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J.F.M.-AGENCIAS El Tribunal Supremo considera que el crimen de María Nicolau, que era vendedora de cupones de la ONCE en Capdepera, «fue realizado de forma conjunta por todos los encausados que voluntariamente aportaron lo necesario a cada momento, dentro de una acción común encaminada a la finalidad de facilitar el robo».

En la edición del pasado miércoles Ultima Hora informó de la sentencia del Alto Tribunal, que condena a 40 años de cárcel a los hermanos Joaquín y Domingo Vidal Avellaneda. El Supremo acepta el recurso del fiscal y aumenta la condena a uno de los acusados. Esta sentencia modifica la que dictó el TSJB, en la que se consideraba a Domingo Vidal como cómplice y no como autor, como había acordado el jurado popular. Para los magistrados del Supremo «no es necesario que cada coautor ejecute, por sí mismo, los actos materiales integradores del núcleo del tipo, pues a la realización del mismo se llega conjuntamente, por la agregación de las diversas aportaciones de los coautores, integradas en el plan común».

Los hechos ocurrieron en septiembre de 1996, cuando los hermanos Joaquín y Domingo junto a Pedro Gelabert Vidal, quien falleció antes de que se celebrara el juicio, obligaron a la vendedora, con disminución de visión y madre de cinco hijos, a subir a un coche y la llevaron al vertedero de Capdepera.

Allí golpearon a la mujer hasta que cayó al suelo, la maniataron y amordazaron y, tras introducirla en una nevera abandonada, la cubrieron con una manta rociada de gasolina a la que prendieron fuego. Ese mismo día utilizaron las llaves de la víctima para entrar en su domicilio de Cala Rajada, donde robaron 100.000 pesetas.