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Si el mes de agosto invitó a la esperanza, septiembre nos ha despertado bruscamente y ha demostrado que las estadísticas de tráfico pueden dispararse sin motivo o justificación aparente. Así las cosas, en los once primeros días de este mes han perdido la vida en las carreteras de Mallorca y Eivissa un total de 13 personas. La última víctima se registró ayer en la carretera de Sant Antoni, en la isla pitiüsa.

El pasado día 1 un joven de 17 años falleció en la residencia sanitaria de Son Dureta, donde había ingresado después de resultar herido de extrema gravedad en un siniestro automovilístico. La estadística siguió su macabra tendencia y al día siguiente dos primos de 14 y 17 años perdieron la vida al perder el control del coche que pilotaba el mayor. El turismo se estrelló contra una farola de la autopista de s'Arenal, poco antes de llegar al desvío de es Coll d'en Rabassa. Vicente Ortega Carmona y Antonio Carmona Ortega eran vecinos de Son Gotleu.

El peor accidente del mes, y también del verano, ocurrió en la medianoche del día 4 al 5, en la carretera que va de Portocristo a s'Illot. Dos coches colisionaron y un niño de 7 años, David Heredia Muñoz, y dos jóvenes, Francisco Javier Corrales Jiménez y María Almudena Vázquez Parra, ambos de 22, murieron casi al instante. El día 5 una alemana de 55 años, que cruzaba la calzada en compañía de una amiga, fue arrollada mortalmente por un coche en la carretera del Port de Pollença.