La policía habló con los vecinos de la calle y con el inquilino de la vivienda. Foto: FERRAN CARBONELL

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Un extraño incendio, que según los primeros datos podría tener un origen intencionado, destruyó ayer al mediodía una planta baja ubicada en la barriada palmesana de Son Cotoneret, muy cerca del Pueblo Español.

La casa está ubicada en el número 22 de la calle de Bellpuig esquina con la calle de Miquel Porcel, número 85, y en la actualidad la dueña la tiene alquilada a un matrimonio que está en trámites de separación. La mujer se encuentra en Murcia con su familia, y el hombre, de 38 años, y su hijo no estaban en la casa cuando se inició el fuego. Los vecinos vieron salir humo y dieron aviso a los bomberos. Un camión y media docena de funcionarios acudieron raudos para sofocar las llamas, apoyados por varias dotaciones de la Policía Local.

La calle quedó cortada al tráfico rodado, para que las tareas de extinción no encontraran dificultades, y desde el primer momento se comprobó que los daños eran considerables. Una habitación empleada como estudio, en la que había acumulada gran cantidad de papel, quedó arrasada, y el humo y las altísimas temperaturas afectaron al resto de la vivienda. Un perro que se encontraba en su interior apareció abrasado entre los restos calcinados. La puerta de la casa estaba abierta y los bomberos comprobaron que la instalación eléctrica era vieja. Sin embargo, hallaron indicios extraños que hicieron pensar en un fuego intencionado. La declaración de la propietaria, que se presentó al poco tiempo, incidió en esta idea. Según la mujer, el inquilino había amenazado a los vecinos con pegar fuego a la casa y hacer explotar una botella de butano.