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Francisco José Garrido Ayala, de 24 años de edad, deberá cumplir siete años de cárcel por atracar a una taxista de Alcúdia e intentar violarla. Esta condena la ha impuesto el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, que también condena al acusado a indemnizar a la víctima con más de dos millones por las lesiones y daños morales.

La sentencia explica que los hechos se iniciaron al mediodía del 3 de abril del pasado año. La taxista fue requerida para que acudiera a un hotel del Port d'Alcúdia. La mujer acudió y mientras buscaba al cliente el acusado abrió la puerta del coche y se sentó junto a ella. Le pidió que le trasladara hasta un rancho y le dio las señas exactas del camino. Tras pasar un complejo turístico el vehículo entró en una zona descampada y sin esfaltar. La mujer le dijo a Francisco José que no podía continuar y le pidió que bajara y le pagara la carrera. El acusado insistió en que siguiera y la mujer circuló otros 50 metros hasta que se detuvo. En ese momento, según relata la sentencia, el joven le puso la mano sobre el hombro y después sobre el pecho. La taxista se asustó e intentó pedir socorro a través del radioteléfono. El acusado la tiró del cabello y después rompió el cable del micrófono. La mujer, asustada, le dijo al joven que estaba dispuesta a darle el dinero. El agresor bajó del coche, y la taxista intentó huir con el vehículo. Sin embargo, Francisco José fue mucho más rápido.

La víctima salió del taxi y comenzó a correr y el agresor la alcanzó y le dio puñetazos en la cara y en la cabeza, al tiempo que le decía que la iba a violar y a matar. El acusado le destrozó la ropa a la mujer. La taxista le pidió que no le hiciera daño porque estaba embarazada. Según la sentencia el acusado no intentó penetrarla pero se masturbó delante de ella. En ese momento la mujer se fue corriendo y se encontró con un matrimonio que le prestó ayuda. El agresor huyó con el taxi que más tarde dejó abandonado, dejándose su cartera en el coche, de donde sustrajo la recaudación.

La mujer se ha visto obligada a abandonar la profesión de taxista, ya que los hechos le han ocasionado una alteración de la personalidad, con tendencia a la angustia y a la depresión.

Francisco José Garrido ha sido declarado culpable de los delitos de robo con violencia, agresión sexual y lesiones. El tribunal aplica una atenuante de enfermedad mental.