La base militar de Puntiró está ubicada en la carretera vieja de Sineu.

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Las pruebas de balística efectuadas por la Guardia Civil han confirmado que un intruso se coló en la base militar de Puntiró, en la carretera vieja de Sineu, y disparó contra un centinela, que resultó herido en un brazo, cuando éste abrió fuego tras darle el alto. El Grupo de Información y la Policía Judicial todavía no han practicado detenciones y, al margen de barajar distintas hipótesis sobre lo ocurrido, han descartado una posibilidad: que se tratara de una infiltración terrorista.

INVESTIGACIONES PARALELAS
El incidente, del que dio cuenta este periódico, se produjo a principios de mes y nada más tener conocimiento de los hechos tanto la Benemérita como la Comandancia Militar de Palma abrieron sendas investigaciones, ya que los acontecimientos revestían gravedad.

El primer paso de los funcionarios beneméritos fue inspeccionar la base militar y en concreto la torre del centinela y los alrededores, en donde se registró el tiroteo. Luego se entrevistaron con el soldado profesional, que pasó varios días en la Policlínica Miramar, con pronóstico reservado, y finalmente remitieron las pruebas recogidas en Puntiró al laboratorio de balística. Los agentes ya tienen claro que el día de los hechos, poco después de las seis de la madrugada, cuando comenzaba a despuntar el día, el centinela que se encargaba de la vigilancia del recinto divisó una figura que avanzaba hacia él. El soldado le dio el alto y luego bajó de la atalaya y lo apuntó con su metralleta.

El individuo se siguió acercando y cuando estaba a unos veinte metros el centinela abrió fuego; disparó hasta agotar el cargador y el sospechoso se salvó de la ráfaga porque se refugió tras un árbol, donde impactaron algunos de los proyectiles. Esta persona, por su parte, también apuntó al militar y le disparó en varias ocasiones, pero curiosamente en el escenario no se recogieron casquillos. El motivo podría ser que utilizó un revólver, que no deja bainas. La Guardia Civil ha constatado que uno y otro, soldado y agresor, afinaron la puntería y el primero salvó la vida 'milagrosamente', ya que uno de los proyectiles le pasó rozando la cabeza e impactó contra la garita.