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José Luis Sanz Catalá, uno de los cinco delincuentes que asaltó la caja fuerte de la sede de la empresa Cotesa, ha sido condenado a cuatro años de prisión. Se trata del robo más importante que se ha cometido en la última década en Mallorca en el que, oficialmente, se logró un botín de casi 174 millones de pesetas. Pese a que las cinco personas que participaron en el asalto están en prisión, sólo se ha podido recuperar una parte muy reducida del dinero. Sanz Catalá fue el único de los cinco miembros de esta banda que logró estar escondido más tiempo. Los otros cuatro fueron detenidos meses después de cometerse este robo, porque se dedicaron a gastar el dinero que obtuvieron con la compra de coches deportivos, joyas caras e, incluso, un loro. El robo en Cotesa se realizó en la madrugada del 7 de diciembre de 1996. La empresa está situada en Son Servera. El último detenido no fue arrestado hasta el mes de febrero del pasado año en Valencia.

El grupo que cometió este espectacular robo estaba formado por cinco obreros. Cada uno aportó sus conocimientos y decidieron intervenir en la noche del día 7 de diciembre, coincidiendo con la celebración de un encuentro Madrid-Barça, lo que aseguraba que en la calle apenas habría gente. El grupo llevaba semanas vigilando la sede y cada uno conocía muy bien lo que tenía que hacer. Los jefes de la banda, según declaró probado la sentencia, eran Alvaro Catalá y Salvador Caña (condenados a cinco años cada uno), mientras que el propio José Luis Sanz, Antonio Media y Francisco Caña actuaron en la planificación y en la vigilancia.

Esa noche los ladrones tuvieron más facilidades de lo esperado, puesto que en la oficina no había vigilante de seguridad. José Luis Sanz fue quien se encargó de dejar incomunicada la zona. Lo hizo cortando las más de cien líneas de teléfono. Una vez cumplida su misión se apostó en el edificio más próximo y desde allí vigiló para avisar a sus compañeros si venía algún extraño. La banda se comunicaba a través de unos aparatos de walky-talky. Alvaro Catalá fue quien facilitó la entrada en la oficina, donde accedió tras desconectar la alarma. Entró en la caja fuerte acompañado de Salvador. Destrozaron nueve cajas de seguridad, donde había cientos de millones en dinero y en metálico.