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Al menos 38 personas murieron y decenas resultaron heridas ayer a causa del fuerte vendaval y lluvias que afectaron a Francia, Alemania y Suiza, con ráfagas de entre 180 y 200 kilómetros por hora.

En Francia se llevaban contabilizados provisionalmente veinte muertos, en Alemania nueve y otros tantos en Suiza, víctimas en su mayoría de árboles que cayeron sobre sus vehículos y accidentes de tráfico.

Cinco personas murieron aplastadas por unos árboles que cayeron sobre sus vehículos cuando se encontraban en su interior en Evreux, Morteau, Vesoul, y en el departamento de Seine et Marne (Francia).

Una mujer falleció en Coulvain (Normandía), al hundirse y caer sobre ella el techo de su casa y otro cadáver fue hallado en un piso de Argenteuil (al noroeste de París) en el que se desmoronó la chimenea, mientras dos personas más que vivían en la misma vivienda eran buscados entre los escombros.

Las autoridades francesas informaron de que el número actual de víctimas es provisional y puede ser mayor. En algunas regiones de Francia, en particular en Normandía, los vientos alcanzaron los 180 kilómetros por hora, y en el sur de Alemania el frente de vientos huracanados, bautizado como «Lothar», alcanzó velocidades entre 100 y 200 kilómetros por hora.