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Un perro mastín de gran tamaño trastornó el tráfico ayer por la mañana en la autopista de Inca. La Guardia Civil tuvo que enviar tres patrullas para cortar la circulación, ante el riesgo de que se produjeran accidentes en cadena, y tras repetidas persecuciones consiguió dar alcance al can, que quedó en manos de la Protectora de Animales.

Un portavoz de la 313 Comandancia señaló que los hechos ocurrieron a las 11'50 horas, cuando se recibieron distintas llamadas, efectuadas desde teléfonos móviles, alertando de la presencia de un «perro enorme» en la autopista de Inca, en dirección hacia aquella localidad. Mientras el Subsector de Tráfico enviaba a tres patrullas al tramo, se sucedieron las llamadas y la situación llegó a ser muy difícil, ya que numerosos conductores tuvieron que frenar bruscamente al detectar al can.

El animal estaba desorientado y cruzaba continuamente de un carril a otro, con el consiguiente riesgo para el tráfico rodado. Cuando los agentes llegaron a la autopista cortaron la circulación en ambos sentidos y comenzaron la persecución del animal, que se mostró agresivo, sobre todo porque estaba perdido. Los funcionarios tuvieron que ir con mucho tiento para no ser mordidos y recibieron el apoyo de un conductor que se apeó de su furgoneta y se sumó a la «batida». Finalmente, y con muchas dificultades, consiguieron alcanzar al can y reducirlo.