En Peguera se movilizaron un total de nueve socorristas en previsión de incidentes.Foto: MICHELS

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La costa mallorquina se vio castigada a lo largo del día de ayer por el temporal, que puso en apuros a algunos bañistas y que hizo zozobrar o encallar a numerosas embarcaciones. La mar estuvo «picada» ya desde primera hora de la mañana y las olas azotaron el litoral. Sobre las once y media, según informó un portavoz de la Guardia Civil, se recibió una llamada telefónica que alertaba sobre la situación de un windsurfista entre Cala Llombard y Cala Almunia, en Santanyí.

El deportista estaba agotado y el viento lo había empujado mar adentro. Un helicóptero del instituto armado sobrevoló la zona y comprobó que el joven no podía sacar del agua la vela y que, irremisiblemente, se alejaba de la costa. Salvamento Marítimo fue informado de la situación y envió a aquel paraje a un helicóptero del SAR, que rescató a Juan Carín Sariete y lo trasladó hasta la base aérea de Son Sant Joan. De allí una ambulancia del 061 lo evacuó a Son Dureta, en donde ingresó con síntomas de agotamiento e hipotermia.

En Calvià la situación fue difícil, especialmente en Peguera, donde las tres playas (Palmira, playa den Tora y playa de los Muertos) presentaban bandera roja. Protección Civil, presumiendo lo que se avecinaba, movilizó a nueve socorristas, que controlaron a los numerosos bañistas que pese al temporal decidieron introducirse en el agua. Alguno se alejaron más de la cuenta de la orilla y fueron sacados del mar, mientras que otros, temerosos por el fuerte oleaje, se metieron sólo hasta medio cuerpo.