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La Policía Judicial de la Guardia Civil tiene la descripción física del principal sospechoso del espeluznante crimen del Port d'Alcúdia.
Se trata de un sujeto con coleta, moreno, de estatura media y complexión fuerte que vestía con una camiseta y unos pantalones y que fue visto saliendo de la vivienda o al menos junto a la casa de la calle Pollentia (en este extremo los testigos no se han puesto de acuerdo). De cualquier forma, ese individuo ya fue visto el domingo por la mañana junto a la víctima, hablando con un taxista al que al parecer le pidieron un pitillo. En aquella ocasión, los testigos pensaron que se trataba de una mujer, ya que lucía coleta y estaba de espaldas.

Los funcionarios policiales registraron ayer los aledaños de la casa de la calle Pollentia, que curiosamente da a la funeraria de Alcúdia, en busca del arma del crimen, pero no hallaron ni rastro del cuchillo ni tampoco de la mandíbula de Yvonne. Durante toda la mañana y parte de la tarde la vivienda de la calle Pollentia, junto a la rotonda de Aucanada, fue un continuo ir y venir de guardias civiles. El equipo de huellas efectuó un completo reportaje fotográfico y buscó indicios para llegar al asesino por todo el anexo a la vivienda, que aparece señalada por una baldosa que reza «Gioconda. 1970».

Un capitán y un teniente se personaron en el escenario del crimen, para seguir de cerca las indagaciones, pero declinaron hacer cualquier comentario alegando que el juzgado de Inca que instruye el caso había decretado secreto de sumario. La vivienda de la calle Pollentia también fue visitada, desde el exterior, por numerosos curiosos que habían tenido noticias del crimen y querían conocer los detalles. En este sentido, durante todo el día circularon por la localidad todo tipo de comentarios, muchos de ellos disparatados, sobre las circunstancias del asesinato.