Yvonne, de 37 años, la víctima del horrible crimen.

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Yvonne O' Brien, una inglesa de 37 años residente en el Port d'Alcúdia, tuvo una muerte atroz. Su verdugo, en una orgía de sadismo, la ahorcó, le abrió el vientre con un cuchillo, le arrancó la mandíbula inferior y le colocó un revólver en la vagina. Luego dejó el cadáver ensangrentado sobre la cama y pintó con su propia sangre en una pared las siguientes palabras: «Sexo, amor y paz». El terrible asesinato, en forma de ritual, ocurrió el domingo por la noche y la Guardia Civil ha montado un gran dispositivo para dar con el psicópata.

La víctima había alquilado un anexo de un chalet del número 50 de la calle Pollentia, en el Port d'Alcúdia, y vivía sola. El domingo fue la última vez que fue vista con vida y el lunes por la noche parece ser que la hija de los dueños de la casa descubrió el cadáver. La vivienda, de reducidas dimensiones, presentaba un gran desorden y los propios investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil quedaron impresionados ante el espectáculo macabro que se encontraron.

El asesino de Yvonne O'Brien tuvo mucho tiempo para torturarla y la sometió a todo tipo de monstruosas vejaciones. Todo hace indicar, a pesar del secreto sumarial que impidió ayer conocer una versión oficial, que la residente inglesa fue ahorcada, ya que apareció con una cuerda anudada al cuello. Después el perturbado la tiró sobre la cama y cometió la obra de un sádico; le abrió el vientre en canal, hasta que le salieron las tripas, luego le arrancó la mandíbula y como culminación a su orgía de sangre le introdujo un revólver en la vagina. El cuerpo, además, apareció cosido a puñaladas.

Las pintadas «Sexo, amor y paz» las grabó el asesino en la pared con su sangre y luego escapó del chalet con la mandíbula en su poder.