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Esta mañana un jurado popular juzgará al presunto autor del asesinato de Eduardo González Arenas, el ex líder de la conocida secta «Edelweis», que murió degollado en el mes de septiembre del pasado año en una heladería de Eivissa. El acusado es Juan Martín García, un heroinómano de 20 años de edad, que había denunciado a «Edie» un año antes de matarle por abusar sexualmente de él.

El fiscal imputa al acusado un delito de asesinato y reclama una condena de 17 años de edad. La defensa solicita la absolución e intenta demostrar que el acusado fue víctima de los abusos sexuales a los que le sometió el fallecido Eduardo González.

«Edie» organizó a principios de los años 80 un grupo de montaña. En teoría se trataba de grupos de jóvenes que sentían amor por la naturaleza, pero realmente se trataba de una secta en la que sus monitores ejercían una total posición de fuerza frente a los menores. Estos jóvenes sufrían todo tipo de abuso sexual. Los líderes de la secta convencían a los menores para que abandonaran el domicilio de sus padres y se marcharan con los monitores. Como prueba de amor a la secta los menores eran obligados a marcarse bajo la axila una cruz con un alambre candente.

Eduardo González fue juzgado por la Audiencia de Madrid a principios de los años 90. El tribunal le declaró culpable de 28 delitos de corrupción de menores y le condenó a cumplir 168 años de prisión. El comportamiento de Eduardo González en prisión fue siempre ejemplar. De este modo logró grandes beneficios penitenciarios. Tardó sólo seis años en obtener la libertad condicional. Murió el pasado febrero al ser degollado.