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La Fiscalía de Palma solicita sendas condenas de seis años de prisión para un matrimonio alemán, que está acusado de un delito de prostitución, al obligar a nueve mujeres de nacionalidad checa a ejercer esta profesión en locales de alterne de la zona de Gomila. Los acusados son Gunther R. y su esposa Regina Ana R. La pareja fue juzgada ayer por el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia. Los dos germanos fueron detenidos por la policía en el mes de junio del pasado año. También fueron arrestados dos hermanos checos que, pese a que están acusados del mismo delito, han huido de la Isla.

A finales de mayo de 1998 la policía detectó la presencia de mujeres procedentes del Este de Europa, que trabajaban como prostitutas en locales de alterne de la calle de s'Aigua Dolça. Se las estuvo controlando y se descubrió que cada día había dos personas que se encargaban de trasladar a las mujeres en una furgoneta, las llevaban a las puertas del local y de madrugada las recogían para trasladarlas a pernoctar en un hotel de s'Arenal. Mientras las nueve mujeres trabajaban, dos miembros de la organización controlaban en la calle que no pudieran escaparse.

Ante estas pruebas la policía decidió actuar. Se realizó una redada y se detuvo a los cuatro presuntos responsables de que estas mujeres ejercieran la prostitución. Antes de que la policía actuara tres de las nueve mujeres se escaparon y pidieron protección. Gunther y su esposa Regina Ana fueron detenidos en s'Arenal. En su vivienda se recuperó los pasaportes de las nueve mujeres, así como documentos firmados por ellas en los que reconocían la existencia de una deuda económica, que debían devolver con los beneficios de la prostitución.

Los dos acusados negaron cualquier implicación en esta red de prostitución. Ambos acusaron a los otros dos detenidos, diciendo que aprovechándose de la amistad que mantenían les pidieron que ser encargaran de organizar el viaje, estancia y manutención de estas nueve mujeres. El acusado, defendido por el abogado Ramón Riutort, explicó que estaba convencido que el motivo de este viaje era para hacer turismo, no para ejercer la prostitución.