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La gran humareda que provocó el incendio en una chatarrería de es Rafal, en Palma, no provocó problemas respiratorios o intoxicaciones entre los núcleos de población más cercanos debido a la altura de la columna y a la dirección en que soplaba el viento.

El fuego quedó ayer tarde extinguido, 24 horas después de que comenzara en un desguace de vehículos del Camí Salard, en el Rafal Nou. El Cos de Bombers informó que sobre las 16'29 horas del domingo se requirió la intervención de este organismo por lo que era, en aquel momento, un fuego de rastrojos. Cuando los bomberos descartaron este extremo, y comprobaron que estaban ardiendo numerosos turismos para chatarra, reforzaron el dispositivo y enviaron 6 autobombas y 21 funcionarios.

La táctica inicial fue atacar el fuego desde tres flancos, pero las altas temperaturas y el intenso humo obligaron a instalar monitores desde tierra y sobre vehículos. A medida que fueron pasando los minutos, los efectivos desplazados a la chatarrería constataron que las llamas, lejos de extinguirse, cobraban fuerza, por lo que pidieron refuerzos a los Bomberos de Mallorca y a Emaya. El número de bomberos también aumento considerablemente, hasta 38 y a las ocho de la tarde dos aviones Dromader del Ibanat (Instituto Balears de la Naturaleza) se sumaron al impresionante dispositivo.