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Quince años de cárcel es la condena que debe cumplir Rafael Cobo Navas, el hombre que en el mes de noviembre de 1997 asesinó a su mujer clavándole un cuchillo por la espalda. Esta sentencia la ha dictado el juez Joan Catany, que ha seguido las órdenes que se fijó en el veredicto al que llegó el jurado popular. El juez aplica la agravante de parentesco, y las atenuantes de confesión y alteración mental. El abogado defensor Tomeu Oliver ha anunciado que recurrirá la condena.

Rafael Cobo asesinó a su mujer Ana María Muñoz. La pareja se había separado y tramitaba la separación judicial. Cuando ocurrieron los hechos ella se encontraba ingresada en un centro para mujeres maltratadas. El día 15 de noviembre Rafael Cobo entró en su domicilio, situado en la calle Puerto Rico, en Palma. Aquella tarde había discutido con su mujer porque la había sorprendido llamando desde una cabina telefónica. Desde el balcón vio llegar a su hija. Le molestó que estuviera fumando. Al llegar a su casa se lo recriminó y después la golpeó. La menor se refugió en su habitación. La hija escuchó cómo su padre rebuscaba algo en la caja de herramientas y después en la cocina. Allí encontró un cuchillo de 20 centímetros de hoja, que escondió en la habitación. Al rato, según la sentencia, llamó a su mujer y, tras discutir, le pidió que entrara en la habitación de matrimonio. Instantes después la hija escuchó como su madre la llamaba y le decía: «Raquel, que me mata». Desde la entrada de su habitación vio salir a su padre. Después vio a su madre caminar con un cuchillo clavado en la espalda. Le pidió que le arrancara el arma, y así lo hizo la menor. Ana María Muñoz se desplomó en el suelo, al ser alcanzada con el arma en el corazón.

Varios vecinos intentaron ayuda a la mujer. Sin embargo todo fue inútil, porque murió desangrada. Mientras tanto, Rafael Cobo, el agresor, huía de su domicilio. Fue en busca de su vehículo y se dirigió hacia el cuartel de la Guardia Civil. Estacionó el coche en doble fila y le manifestó al guardia de la puerta que había apuñalado a su mujer. Esta entrega le ha supuesto una atenuante.