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F.RAMOS El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Ciutadella, dirigido por el juez Escribano, hizo pública ayer la sentencia sobre el caso de la muerte de un hombre durante las fiestas de Sant Joan, en junio de 1997. El fallo declara que el Ajuntament de Ciutadella no tiene ninguna responsabilidad penal en la muerte de Josep Anglada, de 76 años de edad, ocurrida por el desprendimiento de una barandilla de la calle Capllonch.

A consecuencia del accidente resultaron con heridas un turista británico y un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía. La acusación particular solicitaba una indemnización de unos 26 millones de pesetas y consideraba como responsables de lo ocurrido al teniente de alcalde de Ciutadella y a dos técnicos del Ajuntament.

La vista oral se celebró a principios de mes y la defensa de los acusados solicitó la libre absolución. El fallo del juez entiende que tanto el teniente de alcalde como los dos técnicos no son culpables de la falta de imprudencia temeraria con resultado de muerte de la que estaban acusados. Considera que esta reclamación debe resolverse en la vía administrativa. Sin embargo, el juez reconoce que el Ayuntamiento había sido advertido dos años antes de producirse el accidente que la barandilla se encontraba en mal estado. De hecho varios técnicos la revisaron y no tomaron precauciones.