La Guardia Civil ha descubierto considerables movimientos bancarios
efectuados por el fallecido, al que no se le conocía trabajo.
Uno de los detalles que más ha llamado la atención de los
investigadores es la aparición de un talón, perteneciente a Antonio
Andrades, por importe de 8.000.000 de pesetas. La Benemérita trata
de averiguar el origen de esa operación y si guarda alguna relación
con los dramáticos acontecimientos de la madrugada del jueves al
viernes en el solar de Costa den Blanes.
Los funcionarios también saben que la víctima del crimen de
Costa den Blanes poseía un coche deportivo modelo Mazda 121, que
todavía no ha sido localizado. En otras ocasiones, el joven
malagueño fue visto por Sant Agustí conduciendo un descapotable,
que no era de su propiedad.
A pesar de estos datos que evidencian cierto nivel, lo cierto es
que Andrades no llevaba un tren de vida demasiado elevado y hasta
la fecha no se ha podido averiguar dónde o para quién trabajaba y
mucho menos el origen de sus ingresos. Entre sus pertenencias se ha
hallado un curriculum en el que se especifican los trabajos que
desempeñó en Málaga, pero desde su llegada a Mallorca en enero de
este año es un enigma en qué ocupó sus horas.
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