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Miguel Font, el abuelo paterno de la víctima, además de conmocionado, no sale de su asombro. «Es un perro que a pesar de que es muy corpulento nunca nos había dado ningún problema; se ve que tuvo un ataque de celos y se volvió como loco», manifestó ayer a Ultima Hora .

El hombre no estaba presente en el centro de Can Colomet cuando ocurrió la desgracia, pero se enteró al poco tiempo, ya que su domicilio no dista mucho del criadero. Según indicó ayer «mi hijo siempre tenía mucho cuidado de que los niños no estuvieran solos con los perros, pero fue todo tan rápido que cuando intervino la niña ya estaba herida».

Miguel insistió en que ningún miembro de la familia sospechaba, ni mucho menos, del comportamiento agresivo del can: «Es un rottweiler macho de tres años, que suele estar en una jaula con una hembra de su raza y que nunca nos había dado problemas. Era un animal de lo más normal, incluso pensábamos que inofensivo». Sobre los motivos del brutal y repentino ataque, el abuelo materno no tiene dudas. En su opinión, el rottweiler mordió a la pequeña Catalina en un ataque de celos, porque la niña jugaba delante de él con un pastor alemán.