Los efectivos de rescate temían que la víctima, en la foto, se desmayara. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL.

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Una joven de una veintena de años quedó atrapada durante unos 45 minutos en una cabina telefónica de Palma al introducir una mano en el cajetín del cambio y quedarle enganchado un dedo. El rescate lo efectuó el Cos de Bombers y la Policía Local comprobó que se trataba de una «trampa» colocada habitualmente por delincuentes para hacerse con el cambio en monedas de la máquina.

La víctima, vecina de Felanitx, se encontraba acompañada por un amigo y por otra pareja. Sobre las once menos cuarto de la noche del lunes al martes se introdujo en un cabina de Las Ramblas y llamó por teléfono.

Al finalizar la comunicación introdujo su mano izquierda en el cajetín y se encontró con que no podía sacar uno de los dedos ni tampoco el cambio. La joven, llamada Joana M.M., comenzó a inquietarse y su nerviosismo fue en aumento mientras pasaban los minutos y seguía con la extremidad atrapada. Sus compañeros intentaron auxiliarla, pero fue igualmente inútil. Al final optaron por pedir ayuda y una unidad de los bomberos se desplazó al lugar. Los técnicos del Cos de Bombers decidieron fracturar uno de los cristales de la cabina para poder trabajar con mayor movilidad y para evitar que la víctima resultara herida la protegieron con una chaqueta reforzada y un casco de uno de los funcionarios. A partir de ese momento las tareas se encaminaron a reventar la estructura del teléfono, a fin de liberar a la joven, pero sin dañarla ni provocarle mayores sufrimientos en el dedo enganchado, que al parecer era el anular.

Cuarenta y cinco minutos después de ser avisados, aproximadamente, los bomberos consiguieron rescatar a Joana M. Un oficial del Cos de Bombers señaló que la víctima presentaba «dos dedos muy hinchados, por el tiempo que estuvieron aprisionados», pero añadió que su estado no revestía gravedad. Los sanitarios, sin embargo, la evacuaron a un centro médico para realizarle una radiografía.