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El funeral por el eterno descanso de María Alba Barceló se convirtió en una impresionante manifestación de duelo. El comienzo del oficio religioso estaba previsto para las nueve de las noche del pasado jueves en la parroquia de Sant Feliu, en Llubí, quince minutos antes era ya imposible acceder al templo y a la hora señalada la plaza estaba también abarrotada de personas. En los primeros bancos se colocaron familiares y amigos de María Alba, cuyo cuerpo había llegado a Llubí procedente de Barcelona la tarde del jueves y se había procedido a su entierro.

Durante el oficio religioso se vivieron momentos muy emotivos y, quizás el que más, cuando una amiga de la fallecida leyó un poema. Al final, todos los asistentes desfilaron ante los familiares y les dieron el pésame. La gran cantidad de personas que acudieron al funeral eran de Llubí, Muro y Maria de la Salut. María Alba era natural de Llubí y cursaba sus estudios en el instituto de Muro. El padre de la chica es natural de Maria de la Salut, además de una persona muy conocida y apreciada en la citada localidad. También estuvieron presentes en el funeral muchísimos amigos y amigas de María Alba, tanto de Llubí, como del instituto de Muro donde cursaba sus estudios. En Llubí se decretó el pasado jueves jornada de luto por el trágico accidente ocurrido la tarde noche del pasado lunes en la estación invernal de Espot.