Los cadáveres de los animales fueron introducidos ayer en contenedores. Foto: TOMÀS MONSERRAT.

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Durante la jornada de ayer se iniciaron los trabajos para trasladar al vertedero de Son Reus a las vacas que murieron a bordo del barco «Tlemcen», que hace dos semanas tuvo que refugiarse en la bahía de Formentor al sufrir un corrimiento de carga. El barco, de bandera argelina, fue remolcado el domingo hasta el Dique del Oeste. Los animales, que se encontraban en avanzado estado de petrufacción, fueron introducidos con una grúa en unos contenedores cilíndricos, que el pasado lunes fueron subidos a bordo. Estos contenedores serán cargados en los próximos días en camiones, para trasladarlos a Son Reus, donde está previsto depositar allí a las vacas, o bien para enterrarlas, o para incinerarlas. A medida que se llevará a cabo la operación el barco irá recobrando su equilibrio. El personal que trabajó en la descarga de los animales muertos tuvo que trabajar con una mascarilla, debido a al fuerte hedor que desprendían las vacas muertas. En principio no existe peligro de epidemia porque los animales estaban cubiertos con cal.

María Crespo, presidenta de Emaya, explicó ayer que se está estudiando si los animales son enterrados en algún vertedero legal o son incinerados en Son Reus.

La descarga de los animales fue supervisada por inspectores de Sanitat, que les corresponde controlar la partida de vacas.