Las sacas de cal esperan para ser transportadas hasta el interior del carguero. Foto: MICHELS.

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MICHELS-F.CARBONELL Unas sesenta vacas que eran transportadas en el buque 'Tlemcem', de bandera argelina, han muerto en el interior de la nave que, el pasado domingo, fue embarrancada por su capitán en la playa de Formentor. Ayer se transportó hasta el barco cal, que después se tiró sobre las vacas muertas y éstas habían sido depositadas en contenedores. La medida se adoptó al comprobarse la imposibilidad de que el buque se reflotara en un breve espacio de tiempo. El carguero zarpó de Marsella con destino a Argel. El pasado domingo, cuando navegaba a unas 50 millas de la Isla, se sufrió un corrimiento de la carga debido al temporal y el capitán, ante el peligro, decidió acercarse a tierra y embarrancó la nave. A causa del corrimiento de la carga unas 60 vacas murieron aplastadas o asfixiadas, y otra cantidad no determinada ha quedado con vida. El mismo domingo se comunicaron los hechos a la Conselleria de Sanitat.

Desde allí se estudió la situación y se prepararon dos opciones, siempre en el caso de que en pocas horas se reflotara el barco. Una era desembarcar las vacas muertas en el puerto de Alcúdia y enterrarlas en un solar. La otra era que el barco llegara hasta Palma, donde se habría enterrado a los animales en Son Reus.

Pero los problemas surgidos hicieron que ayer se tomara la decisión señalada. El barco es propiedad del Gobierno de Argel y en sus bodegas, además de las vacas, lleva otro tipo de mercancía que no se ha especificado.