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JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS «Moveré cielo y tierra pero esto no va a quedar así. No es justo. Si se hubiese sacrificado a tiempo a aquel perro mi hijo no habría muerto». María Francisca Vega, la madre del pequeño Francisco Miguel, anunció ayer, rota por el dolor pero también enfurecida por una muerte que podría haberse evitado, que van a interponer una denuncia contra Alfredo C.L., el dueño del animal y añadió que toda la familia luchará «para que se haga justicia».

La mujer relató ayer, entre sollozos: «El perro degolló a mi hijo, se ha quedado con su cuello en la boca; se juntará el cielo con la tierra pero esto no quedará así». María Francisca tuvo que ser atendida por un médico cuando conoció la noticia de la muerte de su hijo, el menor de tres hermanos de una familia humilde.

La familia no encuentra una explicación a un ataque tan salvaje, pero algunos vecinos de la calle Son Bauló opinaron que los dos perros pudieron inquietarse al ver cómo jugaban y corrían los niños. Fue entonces cuando saltaron la barrera y el dogo argentino se abalanzó sobre la criatura.

Otros familiares explicaron que hay cinco denuncias anteriores contra estos perros, que el pasado mes de septiembre entraron en el patio de un colegio y atacaron a dos niños, que resultaron heridos de gravedad. Domingo Javier Martori, un cuñado de la familia, resaltó que los padres de los colegiales recogieron más de mil firmas para que el perro fuera sacrificado, pero no obtuvieron éxito en su propósito.