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Jaume Bauçà Carrió, de 79 años de edad, murió calcinado ayer tarde en su domicilio de Son Servera, al explotar un brasero eléctrico, que incendió las faldas de una mesa camilla y la ropa que llevaba puesta la víctima. El suceso ocurrió a las cinco de la tarde de ayer en el número 30 de la calle General Franco. La víctima y su mujer vivían desde hacía un año en esta vivienda. El matrimonio, que no tenía hijos, había residido antes en Artà, pero debido a los problemas físicos de la víctima, se había visto obligado a cambiar de casa.

Algunos testigos explicaron ayer que Jaume Bauçà se había fracturado la cadera.
Ayer tarde el hombre se sentó, como hacía casi cada tarde, en un sillón de la sala de estar de esta vivienda. En esta estancia, que tenía unos diez metros cuadrados de superficie, había, entre otros muebles, una mesa camilla con un brasero eléctrico.

Una chispa eléctrica alcanzó la falda que cubría esa mesa camilla. Al tratarse de una tela muy inflamable, las llamas se propagaron con rapidez. Jaume Bauçà, al darse cuenta de que se estaban quemando las faldas de la camilla, quiso moverse y salir de la habitación. Sin embargo, sus problemas físicos le impidieron moverse. El fuego alcanzó también el batín y el pijama que vestía.

Cuando su mujer se dio cuenta de lo que había pasado nada pudo hacer para rescatar a su marido. El hombre ya estaba en el suelo con casi todo el cuerpo calcinado.