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La Guardia Civil de Tráfico está buscando a un tercer vehículo que, supuestamente, estuvo implicado en el accidente que ocurrió en la tarde del sábado en la autopista de Palma a Inca, en el que dos personas fallecieron. Tal como informó ayer este periódico, en el lugar de los hechos falleció una niña de seis años, Paloma Ferrandis Bonnín, que viajaba con su padre, su hermana mayor y con dos primas. Cuando ingresaba en Son Dureta fallecía la segunda víctima. Se trata de Juana Pérez Rico, de 56 años, que viajaba de acompañante en un coche que conducía su hija Isabel.

Fuentes de la Guardia Civil explicaron que el accidente ocurrió en el kilómetro 14.200 de la citada autopista, en dirección a Inca, localidad de la que eran residentes las víctimas del siniestro.

En este punto se produjo una colisión por raspado. Consistió en que un vehículo se vio invadido por el otro cuando éste intentaba colocarse en su carril. La niña viajaba con su padre que conducía un Citroen Xantia, IB-7509-CX. El otro coche era un Peugeot 205, PM-3906-CX. Ambos vehículos cayeron por un pequeño terraplén que cubre un paso de aguas, y que tiene una altura aproximada de dos metros.

Según ha indicado a sus familiares el padre de la niña muerta, llamado Sebastián Ferrandis, cuando estaba realizando un adelantamiento fue sobrepasado por otro coche. El hombre se vio obligado a invadir el carril derecho de la autopista por el que circulaba el Peugeot. Los dos coches salieron despedidos por el lado derecho de la autopista y fueron a caer por el terraplén. El tercer coche se dio a la fuga y el implicado sólo pudo determinar que era de color negro. Además de las dos fallecidas, en la colisión hubo que lamentar cinco personas heridas de gravedad. Todas ellas se encuentran ingresadas en Son Dureta con diferentes heridas. El suceso provocó una gran consternación en Inca.