Julio Bastida y javier Jimenez en Crónica negra.

En 1988, un ciudadano francés llamado Michel Louis Marcel Favreau apareció terriblemente apuñalado en un solar de s'Arenal. Pero había algo más, los asesinos le habían cortado la oreja izquierda, un mensaje habitual en la mafia marsellesa, un siniestro sello de identidad de la organización. Esta es la crónica de un asesinato que nunca se esclareció y que apuntó al siniestro clan Zemour, al que supuestamente había pertenecido la víctima.

Un cadáver con la oreja cortada