Estoy muy muy cabreado con algunos políticos que no dicen la verdad. No me refiero a quienes le dan un sesgo relativamente decente a cosas opinables. Lo que ahora se ha puesto en marcha son mentiras sin escrúpulos que algunos medios de comunicación aplauden con fervor mayor aún que el de quienes las proclaman. Si a esto sumamos las redes sociales y las mentiras anónimas que en ellas se propagan sin que nadie sepa de dónde salen, la situación es muy alarmante. Entiendo la desesperación de la derecha cuando le arrebataron las elecciones que ya daba por ganadas pero esto no puede justificar enormes manifestaciones sobre posibles trampas que nunca han existido, que sólo son humo y que en el mejor de los casos se explican para copiar el discurso de Vox y en el peor por una manipulación consciente. Ninguna de las opciones justifica el decir cosas que no existen. Para la izquierda, la famosa amnistía es una manera de suavizar el problema catalán y acabar con el absurdo de que muchos catalanes piensen que hay un presidente de la Generalitat real y otro ficticio.
Gente normal
Palma29/01/24 0:30
También en Opinión
- La reina Sofia, en Mini por el centro de Palma
- Tres hábitos matutinos que recomienda Harvard para tener más energía en verano
- Cataluña pone cifras a la financiación: Baleares es la segunda que más aporta y la tercera que menos recibe
- Miguel Bosé: «Estoy muy orgulloso de ser negacionista»
- El truco del vinagre en los pies para tenerlos como recién salidos de un salón de belleza este verano
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.