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Ha generado polémica ciudadana que por primera vez el patrón de Palma no fuese festivo en el calendario laboral de los palmesanos. Las diferentes administraciones, la estatal, autonómica y local comparten la responsabilidad de tomar una decisión que incide en la vida de los ciudadanos notoriamente como es seleccionar aquellos días que permiten disfrutar de una jornada libre de las cargas profesionales.

Otros acuerdos de los gobiernos no perturban significativamente nuestro quehacer, como colgar banderas o poner placas, pero los festivos influyen en muchas de nuestras decisiones, ya sea programar algún viaje o gestionar algún puente. Por ello es sustancial que esa elección sea previsible, es decir, que cada año sean en los mismos días o se basen en los mismos criterios, y si hay modificaciones, que sean comprensibles.

La Corporación municipal asume la responsabilidad de dos de los posibles días a señalar en ese calendario. Una vez que Estado y Comunidad Autónoma seleccionan sus días, el Consistorio los escoge entre los disponibles.

La práctica consensuada en Palma hasta este año era que el Ayuntamiento seleccionaba como festivos el día de su patrón Sant Sebastià, el 20 de enero, y la ‘Segona Festa de Nadal’, el 26 de diciembre, por Sant Esteve.

A diferencia de otras ciudades, Palma no celebra como festivo la patrona de la ciudad, el 8 de septiembre, día de la Virgen de la Salud o Mare de Déu de la Salut, y eso que según cuenta la leyenda el rey Jaime I se encomendó a ella para devolver al mundo cristiano a nuestra Isla. Sólo una vez han sido festivos el patrón y la patrona de la ciudad. Fue en el año 2013, con Mateo Isern como alcalde, por aplicación de las nuevas sensibilidades que aconsejaban incorporar mayor presencia femenina, reivindicando una figura de larga relación con la historia de la ciudad, pero que como con la Festa de l’Estendard, siempre había estado fuera de las festividades.

Esto no supuso que el 26 de diciembre fuese laboral, ya que fue seleccionado como festivo por la Comunidad. De hecho, el Gobierno autonómico ha ido escogiendo como festivo alternativo a los ‘suyos’ cuando caían en domingo asiduamente ese 26 de diciembre, abriendo el debate de ese segundo día elegible a nivel local. El gobierno de Aina Calvo apostó por un día ajeno a las tradiciones de Palma, como fue Sant Joan, día que los palmesanos vinculan más con las celebraciones de Ciutadella de Menorca. Fecha que se ha ido consolidando en las dos últimas legislaturas posteriores a Isern como día alternativo a los usuales, y que, al parecer, por la decisión de esta legislatura, el nuevo Consistorio por unanimidad quiere mantener.

Aunque lo realmente atípico de este año 2024 es la priorización de Sant Joan, despojando al patrón de su día festivo en el calendario laboral de muchos ciudadanos que ‘disfrutarán’ por primera vez desde su puesto de trabajo de la celebración, decisión que favorece a los trabajadores con semana laboral de lunes a viernes, como son la mayoría de los funcionarios, con un fin de semana de tres días en junio. Será interesante ver qué programa Cort para el día 24 de junio para haberlo declarado festivo.