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La labor desarrollada en los últimos años por la editorial Adia, de Pau Vadell, es encomiable. Se ha convertido en un referente para los poetas, que quieren publicar en ella, y para los lectores de poesía, que saben que el sello es sinónimo de calidad. A parte de sus acertadas incursiones en narrativa, la editorial se ha destacado por proyectos tal vez con un punto de quijotismo, pero absolutamente imprescindibles para nuestra cultura. El último es la edición de la poesía completa de Jaume Vidal Alcover (1923-1991), uno de nuestros mejores escritores y, a la vez, uno de los más olvidados por la masa lectora. La recuperación del escritor es una noticia excelente, además de un acto de justicia para con el manacorí, de quien este año se cumple el centenario del nacimiento. Adia se consolida así como una de las más interesantes editoriales del territorio de habla catalana.    Suerte para los audaces.