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El 28 de mayo tenemos una cita con las urnas para elegir a los representantes del Parlament, consells insulars y ayuntamientos. Será un día decisivo e importante para la ciudadanía de Balears, tierra de acogida de trabajadores y de emprendedores, lugar en donde se protege a las personas cuando hay una crisis que compromete su bienestar, territorio que es el motor económico de España y cuyos habitantes están entre los que tienen mayor esperanza de vida de Europa y del mundo.

La amplia mayoría de los habitantes de las islas son solidarios y tolerantes; se sienten mallorquines, menorquines, ibicencos y formenterenses a la vez que universales, y se preguntan cómo serán el presente y el futuro de las personas a las que quieren y el suyo propio. Se preocupan por el bienestar de sus allegados, de sus padres, de sus hijos, de sus abuelos, de sus hermanos, de sus mejores amigos y de sus vecinos. Se preocupan por ellos mismos. Por ello hay temas que les rondan frecuentemente la cabeza: la calidad del trabajo y la mejora de las condiciones laborales; el acceso a una vivienda digna; la preservación de la educación y de la sanidad públicas; la protección del medio ambiente; la igualdad entre hombres y mujeres; la aceptación de la diversidad, y la protección de la identidad y de la cultura.

Durante los últimos años, los representantes del PSIB-PSOE hemos trabajado por tales cuestiones desde de las instituciones en donde hemos tenido y tenemos el honor y la responsabilidad de gobernar. Si bien hemos podido cometer errores, creemos que las Balears son un mejor lugar para vivir hoy que hace ocho años.

No es el momento de parar y mucho menos de volver atrás. Los tiempos cambian de manera vertiginosa y tenemos nuevos y urgentes retos. Una vez vencido el coronavirus y alcanzado el pleno empleo, consideramos que garantizar el acceso digno a una vivienda y luchar contra el cambio climático son las dos asignaturas que hay que abordar sin excusas ni demoras. El Gobierno de Pedro Sánchez ya se ha puesto manos a la obra con la movilización de 50.000 viviendas gestionadas por la Sareb, anunciando la construcción de 43.000 nuevas viviendas protegidas y apostando por la transformación ecológica, entre otras cosas. El Govern de Francina Armengol también ha hecho lo propio: durante los últimos ocho años se han construido tres cuartas partes del total de parque de vivienda pública que hay en Balears, y la apuesta por el transporte público para reducir las emisiones de CO2 (la ampliación de la línea ferroviaria y de metro, el tranvía de Palma y Calvià y la potenciación de la línea de buses) son acciones cuya intención queda fuera de toda duda. A continuación será el momento de hablar seriamente sobre la capacidad que tienen las islas de acoger turistas.

La amplia mayoría no quiere vivir un retroceso y mucho menos que el discurso del pasado y del odio gobierne Balears. Hay que tener muy claro que la única alternativa al pacto progresista es un gobierno de PP y Vox, con lo que ello supondría: el recorte de las ayudas y de los servicios públicos, especialmente de la educación y de la sanidad, y el retroceso de los derechos de las personas. No podemos dejar que la derecha vuelva para acabar con la estabilidad y la paz social que nos llevan hacia el progreso que queremos la amplia mayoría, de esa de la que formamos parte tú, nosotros y todos aquellos a los que queremos.