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Durante estos días se cumple el octavo aniversario de las movilizaciones contra el TIL, que a la postre fueron decisivas para el cambio de Gobierno de 2015. El TIL fue una tormenta perfecta, aunque tengo la impresión de que muchas personas se movilizaron sin tener demasiada información sobre los cambios educativos que planteaba el Govern. Con el argumento de que el TIL suponía quitar horas lectivas de catalán en favor del inglés, miles de personas salieron a la calle, se organizó una huelga que duró aproximadamente un mes y el trilingüismo no llegó a aplicarse. El fracaso del Govern de Bauzá fue total y absoluto. Quizás si se hubiese evitado la conflictividad en las aulas y se hubiera aplicado de otra forma, gradual, el TIL estaría en vigor, pero faltó cintura política.

Total, que mucho me temo que con TIL o sin TIL la educación en Balears no está mucho mejor que hace ocho años. Haciendo un análisis serio y riguroso, ¿nuestros jóvenes están mejor preparados ahora que en 2013? ¿Hay más medios que hace ocho años en la educación pública? ¿Hay más centros escolares que en 2013 y menos barracones? Los actores del mundo educativo asumen que la situación es parecida o incluso peor.
Es bonito recordar aquellos días, sobre todo porque los protagonistas de la Assamblea de Docents pueden presumir de haber colaborado activamente en cambiar un Gobierno. La mayoría de periodistas no pueden decir lo mismo, a pesar de los empeños que se han puesto en muchas ocasiones.

Pero lo que más me ha llamado la atención durante estos días de homenajes han sido las palabras de Iñaki Aicart, el que fuera portavoz de la Assamblea de Docents. En declaraciones a este medio, Aicart ha dicho: «El cambio de Gobierno supuso un nuevo aire, dejó de haber represión en los centros educativos y la presión sobre el catalán quedó de lado». Que el cambio de Gobierno supuso un nuevo aire no tenía ninguna duda y me atrevo decir que era el objetivo principal, sobre todo para la mayoría de docentes contrarios a que gobernase el PP, pero ¿realmente hubo represión en los centros educativos?
No creo que se pueda hablar de represión cuando los profesores pudieron hacer huelga durante casi un mes y sí le puedo decir a Aicart que muchos profesores que estaban en contra de las movilizaciones tuvieron que sumarse para no quedar aislados. La marea verde era demasiado potente para quedarse al margen. Si Aicart cree que vivió en una represión no se puede ni imaginar la frustración que vivieron aquellos padres que vieron en el TIL una oportunidad para avanzar en la educación inglesa de sus hijos, que fue votada mayoritariamente en las elecciones de 2011. Protestar es lícito, pero no le quitemos importancia al hecho de votar en unas elecciones.

Una vez celebrado el cambio de Gobierno y haber provocado una gran metamorfosis en la derecha balear, ¿piensan hacer algo ahora los defensores del catalán en la educación pública cuando el partido más importante del gobierno, el PSOE, ha propuesto no hace mucho que el castellano tenga más presencia en las aulas en detrimento del catalán?
Yo esperaba que Aicart y sus compañeros aprovecharían este aniversario para anunciar que recuperarán las camisetas verdes para protestar por la iniciativa del PSOE, pero solo he visto algún tímido tuit . Les comprendo perfectamente: mejor dejar las cosas como están no sea que una nueva protesta de profesores pueda provocar un cambio de Gobierno. Y si el castellano tiene más presencia, pues se asume y punto. El TIL del PSOE es otra cosa.