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Hay que ver las ganas que tienen en Madrid –y en otros lugares de la más profunda España- de encontrar algún representante importante de la Unión Europea diciendo que si Cataluña se independizara de España quedaría ipso facto fuera de la Unión y, por tanto, abocada a un apocalipsis económico. Lo he leído un montón de veces, incluso a gente que se supone que tiene un cierto grado de información. Sin embargo no existe nada que permita suponer nada al respecto de una separación unilateral de un cacho de un país miembro. En ningún documento de la Unión hay algo previsto para esta contingencia. Una persona tan representativa como Viviane Reding, comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, a quien se considera como número 2 de la Unión, tras Durao Barroso, ha sido entrevistada por el Diario de Sevilla en los términos siguientes: pregunta: “Cataluña plantea actualmente la posibilidad de independizarse. Pero si lo hace debería abandonar la UE y negociar su ingreso. Además, desde su salida habría un agujero en la libertad circulación de personas y bienes en la Unión”. Respuesta: “No querría inmiscuirme en asuntos de política española, pero no pienso ni por un segundo que Cataluña quiera dejar la UE. Conozco a los catalanes desde hace mucho tiempo, he sido una de las pocas personas no catalanas en recibir la Cruz de Sant Jordi, y sé que su sentimiento es profundamente europeo”. Pregunta: “No le pregunto por la posibilidad de que Cataluña quiera o no ser parte de la UE, sino por el proceso que se abre cuando dejen de serlo. Lo dice la Convención de Viena: el Estado resultante de un Estado matriz abandonará todos los organismos internacionales en los que la matriz esté representada. Respuesta: “Vamos, hombre, la legislación internacional no dice nada que se parezca a eso. Por favor, resuelvan sus problemas de política interna en España. Yo confío en la mentalidad europea de los catalanes”. Es curioso a la vez que muy significativo que en la prensa nacional, más cuanto más a la derecha, no se haya recogido estas manifestaciones, que son un indicio de por dónde iría la Unión y los principales países europeos en caso de secesión unilateral de Cataluña. Me parece que es bastante obvio que en Europa existe más de un poder al cual ya le iría la mar de bien que España se troceara en tres: País Vasco, Cataluña y lo que quedaría, o sea un país empobrecido del que otros trozos pugnarían por irse y dejar lo más atrasado solo.