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El Govern de Marga Prohens rechaza la propuesta del presidente de la Generalitat de Catalunya en funciones, Pere Aragonès, para conseguir una «soberanía fiscal plena» mediante la recaudación y gestión de todos los impuestos que se pagan en esta comunidad autónoma. Aragonès entra, en la doble condición de candidato de ERC y presidente del Ejecutivo en funciones, en la campaña de las elecciones catalanas anticipadas al 12 de mayo con una propuesta que, de prosperar, supondría que la Generalitat pasaría de ingresar 25.600 millones recaudados en 2021 –además de los 4.900 millones de tributos propios– a percibir casi 52.000 millones. Esta iniciativa de «financiación singular» para Catalunya ya ha sido rechazada por varias autonomías, entre ellas Baleares. El vicepresidente y conseller de Hisenda, Antoni Costa, afirma que, además de inconstitucional, Baleares sería una de las «grandes perjudicadas» por este nuevo modelo. Según Costa, las Islas son unas las comunidades que más aportan al Estado y con la ‘fórmula Aragonès’ tendrían que pagar más impuestos.

Negociación multilateral.

La cuestión de fondo, convertida en una gran patata caliente política que el Gobierno de Pedro Sánchez no se atreve a abordar, es la reforma de la financiación autonómica. Tiene razón el Govern Prohens al afirmar que la negociación debe llevarse a cabo de manera multilateral con todas las comunidades y no únicamente con Catalunya, que exige un modelo exclusivo.

Baleares, autonomía perjudicada.

En enero pasado no llegó a prosperar la reclamación de Junts para la publicación de las balanzas fiscales de cada autonomía, pero en un momento deberán ponerse sobre la mesa, con lo que se conocerá la solidaridad de cada territorio. Baleares es una de las comunidades más perjudicadas por un sistema de financiación que fue implantada en 2009. Quince años después sigue sin ser revisado ni actualizado. Ya no se puede seguir demorando más.