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Encadenar dos trimestres consecutivos con valores negativos en el Producto Interior Bruto ha supuesto la declaración de recesión técnica de la economía en Alemania, un dato cuyas consecuencias pueden acabar impactando en Baleares por razones obvias; el alemán es uno de los mercados emisores turísticos más importantes para España y también de las Islas. La inflación se atribuye como causa principal de esta evolución negativa de la economía más potente de la Unión Europea, aunque, y justo es señalarlo, también hay índices positivos como el que hace referencia al grado de confianza de los consumidores del país teutón.

Incertidumbre y expectación.

La turbulencias de la economía alemana en nada benefician las expectativas del sector turístico de Baleares para esta próxima temporada, cuyas previsiones son excelentes tanto en el número de visitantes como en su capacidad de gasto con respecto a las campañas anteriores. Cabe insistir en el carácter técnico de la recesión que se atribuye a Alemania, la evolución de los próximos meses será determinante para poder calibrar su profundidad. Es importante saber si se está ante un fenómeno conyuntural o por el contrario asistimos a los primeros avisos serios del cansancio de la llamada locomotora europea.

Cuestiones pendientes.

Alemania todavía digiere la salida de Angela Merkel, pero también los efectos de un conflicto grave y cercano como es la guerra en Ucrania. La prolongación de la confrontación bélica, circunstancia que todos los analistas confirman, es un factor que no puede obviarse a la hora de entender qué sucede en la economía del gigante alemán, obligado a reducir al mínimo sus vínculos económicos y energéticos con Rusia. Estamos asistiendo a las primeras consecuencias del pago de todas estas facturas. Con todo, la fortaleza de Alemania está todavía muy lejos de poderse cuestionar.