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La conexión directa entre Palma y Nueva York de la compañía aérea United Airlines está abriendo el campo de la inversión inmobiliaria estadounidense en Mallorca, como lo demuestra la apertura de una sucursal en Portals por parte de una de las agencias más prestigiosas. La accesibilidad es una de las claves a la hora de captar capital extranjero, que en nuestro caso no puede circunscribirse a la llegada de nuevos residentes; la vía directa con los Estados Unidos es una oportunidad en muchos otros campos que merecen, como mínimo, ser explorados. Para ello es preciso ampliar la presencia y el apoyo institucional de Balears, hasta ahora –en la práctica– limitado al campo de la promoción turística.

Interés desde Balears.
Las consecuencias de una buena conectividad aérea son bien conocidas en las Islas, la mayoría de ellas muy positivas aunque también con efectos indeseados; en especial, precisamente, en el sector inmobiliario. El buen cartel de Balears en el extranjero es indudable, circunstancia que reporta enormes beneficios económicos para el conjunto de la sociedad, sin embargo también se conocen los efectos distorsionadores que merecen ser matizados. La compraventa de inmuebles es uno de los más notorios.

Buscar la reciprocidad.
Una acción conjunta de las principales instituciones insulares junto con la iniciativa privada tiene que hacer posible abrir un escenario de nuevas oportunidades, generar flujos de inversión que alcancen la instalación de empresas estadounidenses, del mismo modo que se amplían las posibilidades de negocio en aquel enorme mercado para las industriales locales. Es preciso hallar fórmulas para consolidar la reciprocidad, son muchos los sectores industriales de las Islas que están ahora más cerca de los Estados Unidos, de sus empresas, industrias y universidades. Se trata de evitar una actitud pasiva ante un fenómeno tan irreversible como es el de la globalización.