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La antaño denostada ecotasa por el sector hotelero como origen de la pérdida de toda la competitividad de Balears como destino turístico permitirá, en este ejercicio, el reparto de 138,3 millones de euros para financiar importantes proyectos e infraestructuras públicas. La polémica ha quedado superada, entre otras razones porque apenas quedan zonas en el Mediterráneo y en las principales capitales mundiales en las que no se grave la llegada de visitantes. La excepcional temporada de este año, que todavía podría prolongarse unas semanas más a tenor de las últimas previsiones, ha permitido alcanzar este importante nivel de recaudación con cargo a esta figura tributaria que se distribuirá en un total de 27 proyectos de diversa índole.

Transparencia en los criterios.

Transporte –la ampliación de la línea férrea del Llevant malloquín–, vivienda, recursos hídricos y la creación de la Facultat de Ciències en todas las islas son las áreas que aglutinan las principales líneas de financiación con cargo a la ecotasa. En este sentido no cabe duda que todos los proyectos tienen una justificación, incluso urgencia, como es el caso de la mejora de la red de agua potable en las Islas. Sin embargo, queda por justificar la priorización de determinadas propuestas por encima de otras; o dicho de otro modo, la escasa dotación de unas con respecto a otras. En este sentido resulta llamativo que siendo como es el acceso a la vivienda uno de los problemas sociales más graves, la asignación sólo permita la construcción de 53 viviendas públicas cuando la demanda es muy superior.

Un tributo eficaz.

Superadas las controversias del pasado, resulta indiscutible que la ecotasa es un gravamen que complementa de manera eficaz la crónica escasa financiación autonómica de Balears; uno de los objetivos que justificaron su creación. Lograr su reparto de manera ecuánime debe ser un principio irrenunciable.