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El intelectual mallorquín Josep Massot i Muntaner, que falleció este domingo a los 80 años, desarrolló una fecunda trayectoria en la que ejerció su doble vocación religiosa como hombre de Iglesia y también activista de la lengua y cultura catalanas, como se definía a sí mismo, tras licenciarse en Filología Románica en 1963. Se dedicó a la vida consagrada en la comunidad benedictina de la abadía de Montserrat, en la que ingresó en 1962, y diez años después fue ordenado presbítero. Historiador, filólogo, editor y director de las Publicacions de l’Abadia de Montserrat desde 1971, Massot i Muntaner ha sido una personalidad polifacética, con una extraordinaria capacidad de trabajo. Un homenot comprometido, como el canónigo de Manacor Antoni Maria Alcover y el filólogo menorquín Francesc de B. Moll, con la recuperación de la lengua catalana. Su primera obra, publicada el 1972, fue Els mallorquins i la llengua autòctona, que constituye toda una declaración de intenciones.

Investigación histórica y filológica

Combinó su actividad como autor de numerosas obras de investigación histórica y filológica con las funciones de secretario de la Associació Internacional de Llengua i Literatura Catalanes. Dirigió el Diccionari de la literatura catalana (1977-79) y la revista Randa; coordinó el Cançoner de Cultura Popular de Catalunya; y analizó a fondo la Guerra Civil y la Posguerra en Balears, con obras imprescindibles como Guerra civil i repressió a Mallorca, El primer franquisme a Mallorca, Aspectes de la Guerra Civil a Balears y El cònsol Alan Hillgarth a les Balears.

Un hombre sabio y modesto

Galardonado con numerosos premios –Medalla d’Or del Govern, Creu de Sant Jordi de la Generalitat, doctor honoris causa de la UIB y Premi d’Honor de les Lletres Catalanes–, Josep Massot se caracterizó por una enorme modestia. Su gran legado consiste en haber sabido transmitir su sabiduría y formado a nuevas generaciones de investigadores y filólogos.