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A medida que nos alejamos de lo que un día fue la infancia que nos albergó y la castidad que nos impusieron de fábrica, nos enfrascamos voluntaria y desbocadamente en la búsqueda por la petite mort. Pasamos a luchar por adentrarnos en nuestro propio relato sombrío, cuya única (pro)vocación es la de destapar nuestros más bajos instintos y no regresar jamás. Destapar descarada la envoltura de las almas apocadas, despertar su lado más oscuro y diluirnos en Èl.
La aceleración del momento se refleja en el latir bullicioso y desdibujado. Su apreciación algo borrosa nos lleva a entender que todo es efímero y se desvanecerá algún día. Pronto, muy pronto. Lo que nos incita a la inmediatez de nuestras decisiones cuya última instancia es la muerte deseada, buscada y disfrutada.
El autor ojea las cicatrices que, como fantasmal milagro, tras cada petite mort se suman a nuestra piel. Nos adentra en unas tonalidades densas y en juegos focales que no son más que puro exibicionismo postmortem. Nos muestra las heridas como parte indisoluble del renacimiento, del retorno teatral y solemne de la nueva personalidad que emerge dando forma a una nueva identidad, ahora más completa.

José Nieto (Palma, 1979) siempre cuenta que se inició en la fotografía tras descubrir unas diapositivas de Helmut Newton y, al quedar maravillado por ellas, no pudo hacer otra cosa que querer adentrarse más y más hasta descubrir a donde podía llegar. No sabe sus límites y no tiene miedo a descubrirlos, lo que hace de Èl un espíritu inquieto, un alma entusiasta que no juzga y sólo se sorprende para bien, nunca para mal. Su primera exposición, Reflejo (2006), era una invitación al juego e ilusiones. La segunda, Desconocidos (2007), un querer descubrir la verdadera personalidad de aquel que se atreve ante su objetivo. En esta tercera exposición se ven dos claras influencias, el embrutecimiento de Francis Bacon como recurso estilístico, y la de Joan Miró como punto de partida. Como el artista balear, José Nieto ha querido expresar en francés los títulos de sus creaciones en La Petite Mort como una forma sutil de envolver una falsa primera impresión de sencillez no exenta de melancolía.

Datos de interés
Fechas y Localización:
  1. Desde el al en La Parada de los Monstruos Finalizado