Muchas niñas tienen un autoconcepto de sí mismas inferior al de sus compañeros, a pesar de que por norma general obtienen mejores resultados académicos. | ImaArtist

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Rafael Caballero tiene 24 años y ha terminado el grado superior en organización del mantenimiento de maquinaria de barcos y embarcaciones. «Actualmente estoy buscando trabajo en relación a mis estudios. Las salidas profesionales son mayoritariamente embarcado puesto que es un grado que te prepara principalmente para ello. Pero también podría trabajar en cualquier parte como técnico de mantenimiento o mecánico». A la pregunta de si compartió clase con alguna chica este palmesano responde: «No, al menos en mi curso. Sí coincidí con una chica del grado medio en mis prácticas en Astilleros de Mallorca. Incluso le hicieron un reportaje, en Ultima Hora si no me equivoco. No es muy común que una chica quiera ser mecánica», reconoce. Y menos en un barco, pasando meses en alta mar lejos de sus seres queridos.

¿A qué se debe esta realidad? «Personalmente creo que los estigmas de la sociedad juegan su papel. Esto se ve muy reflejado sobre todo cuando somos pequeños, a los niños es común regalarles coches de juguete o kits de herramientas de mecánico y a las niñas cocinas de juguete, no sé si me explico. Al menos cuando yo era pequeño era así.
Yo jugaba con muñecos de acción porque era lo que me regalaban y las niñas lo hacían con muñecas».

Caballero, durante sus prácticas en Astilleros de Mallorca. Este joven ve un importante componente educativo y social en la transmisión de gustos y aspiraciones. Foto: A.A.

La chica a la que Rafael se refiere es Isabel Torres, y está en lo cierto: Ultima Hora la entrevistó tiempo atrás como un paradigma de joven mallorquina que invita a romper tópicos. Con tan solo 19 años, hace tiempo que se decantó por la rama náutica. Actualmente trabaja en Trasmediterránea como mecánica y en septiembre iniciará en Cádiz el grado superior de su disciplina. Indica que nunca se fijó en cuál era el género mayoritario en aquello que le gustaba. «Era a lo que siempre me había querido dedicar. Es un mundo que me fascina y que además goza de una excelente salida profesional con la que me puedo asegurar un buen futuro».

«A la gran mayoría de mujeres les interesan más otras salidas profesionales, lo que es completamente respetable. No creo que existan trabajos masculinos o femeninos, es una etiqueta completamente estúpida dado que en un contrato no te limitan por tu género. En mi mundo laboral los hombres, por norma general, gozan de una fuerza mayor por lo que pueden realizar trabajos pesados con más facilidad. Pero eso no evita que una mujer, con mayor o menor esfuerzo, lo pueda realizar».

¿Es el camino de la igualdad, tal vez, lo que tenemos delante pendiente de recorrer? «Yo siempre digo que la igualdad no existe. La igualdad debería ser que todas las personas tuviéramos las mismas oportunidades pero claramente la realidad no es así ni nunca lo será. Por eso hay que esforzarse por lo que uno desea ser y sobre todo nunca envidiar las oportunidades de los demás». «Cada uno debe estudiar y trabajar en lo que le gusta, independientemente de lo que opinen terceras personas». Profesionalmente hablando diría a las que le siguen en el camino de la vida que «si puedes soñarlo, puedes lograrlo». Sea lo que sea.

Con mayor o menor esfuerzo Isabel puede desarrollar los mismos trabajos que sus compañeros varones. Foto: A.A.

En las palabras de estos jóvenes de Mallorca se desliza una evidencia: la brecha de género permanece resistente en la mayoría de los ámbitos de la vida pública, a pesar de todo el trabajo que se realiza para revertir esta deficiencia histórica. Uno de los déficits tradicionales de las mujeres reside en su ascensión hasta los puestos de responsabilidad e incumbe también la esfera académica. Sabemos que las carreras científicas y tecnológicas están llenas de hombres y la tendencia no va a la baja; más bien al contrario. Tradicionalmente las mujeres han optado por conocimientos de la esfera más social y humanista; también se han decantado por los cuidados y lo asistencial. Comparativamente pocas mujeres científicas, ingenieras, técnicas o matemáticas llegan a culminar sus estudios y labrarse una trayectoria profesional en estos campos específicos del conocimiento.

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A este respecto, el director general de Innovació del Govern, Eduardo Zúñiga, hace hincapié en la «pedagogía que se tiene que hacer, y en cómo debemos ser capaces de activar la tecla correcta para atraer la atención de las niñas. Hace tiempo, cuando era niño, algunas chicas temían que si se mostraban brillantes en clase las llamaran empollonas. Había algo de presión social, de querer pasar desapercibidas, pero no me gusta hablar de forma genérica. Hacen falta datos y el año que viene esperamos contar con un estudio a nivel balear que cuantifique y ponga nombre y apellidos a la situación educativa de las niñas y chicas en las Islas».

Zúñiga habla de estas «herramientas para motivar» sin ignorar ni perder de vista la realidad; que una mayoría de niñas, a partir de los 12 años, despliegan sus vertientes más 'fashionistas' o 'travelers', y en ello tienen mucho que ver los estímulos que reciben en las redes sociales y plataformas digitales como Instagram, en un momento clave de su desarrollo cognitivo y competencial. Que esa influencia incide de forma significativa en sus gustos y en su opción de vida lo avalan múltiples estudios, tanto de índole nacional como internacional.

Y es que las áreas STEM (conocidas así por sus siglas en inglés) solo acogen a un 25 por ciento de las estudiantes y futuras trabajadoras, según Eurostat. Y eso, a pesar de que son las profesiones mejor retribuidas económicamente, y que los fondos europeos Next Generation prestan especial atención a sus sectores. Tal y como ha reseñado Zúñiga con esta descompensación «se produce una situación de desigualdad salarial y social, que dejará también fuera a las mujeres a la hora de diseñar las soluciones a los problemas actuales de la humanidad, perpetuando así las desigualdades». Por ello la Direcció General d'Innovació, a través de la Fundación Bit, ha planificado actuaciones destinadas a fomentar las vocaciones tecnológicas en las chicas. Esperan así crearles interés por las disciplinas STEM y también dar visibilidad a las mujeres tecnólogas.

El máximo representante de la innovación balear, atendiendo a los medios de comunicación.

La campaña STEM és el teu futur se ha llevado a cabo tras un trabajo de investigación de la ingeniera Carolina Galán, que ha permitido determinar los motivos por los que las niñas y chicas baleares están cada vez menos presentes en los estudios científicos, técnicos y tecnológicos. Según sus conclusiones, la mayoría de niñas siente el gusanillo por las materias STEM entre los 10 y los 12 años pero comienzan a perder el interés por las mismas a los 15 años, llegando al valor más bajo entre los 17 y 19 años. Quizás ese 'efecto Instagram' es mortífero para su curiosidad científica y técnica a pesar de que, como productos de su tiempo que son, la tecnología les rodea por todas partes.

Desde el departamento de Innovació del Govern explican que existen estereotipos que dificultan que las féminas se sigan interesando por las STEM a medida que avanza su etapa educativa, y es más, actúan como efecto disuasivo. Por ejemplo «las niñas piensan que los niños son más brillantes, aunque ellas saquen mejores notas»; que «un factor importante en el proceso para que una niña apueste por estudiar materias STEM está muy relacionado con que tenga un referente o que sea acompañada o tutorizada por un mentor o mentora».

La campaña se dirige tanto a las futuras científicas de las Islas como a sus familias, e incluso a sus docentes. En la página web de la Fundació Bit se puede encontrar material divulgativo. Según ha explicado la coordinadora del área de cibersociedad de la Fundación Bit, Bel Llodrà, en este espacio virtual también se encontrará información sobre los itinerarios a seguir en los estudios de ESO, bachiller y formación profesional para llegar a ser una mujer STEM, con enlaces a las instituciones que ofrecen estos estudios. Llodrà, una tecnóloga mallorquina con amplia experiencia y años de gestión de proyectos innovadores a sus espaldas, explica que «se trata de elegir las asignaturas científicas y tecnológicas adecuadas para después tener un camino directo a las carreras STEM y poder ejercer una profesión de este tipo».

Finalmente, y ya que esta acción se enfoca a un público joven, hay previstas acciones en las redes sociales, el medio en el que las nuevas generaciones se desenvuelven como pez en el agua. En concreto, la campaña incluye también una serie de vídeos motivadores que se publicarán en diferentes redes sociales como Instagram, Tiktok y Youtube, todo ello enmarcado en el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de las Islas Baleares 2018-2022.