El astillero Astangoa destaca por su elegancia. | Pere Bergas

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En su tercera jornada, la Palma International Boat Show acogió a miles de visitantes, que se perdieron entre sus 295 expositores y 600 embarcaciones expuestas, y 260 de ellas en el mar. Astilleros de todo el mundo se acercan a la feria náutica para mostrar sus creaciones en persona. Porque para percibir el lujo -y realizar una inversión millonaria-, lo más aconsejable es activar todos los sentidos.

El astillero Astondoa

Entre los numerosos yates expuestos, por su elegancia y una aparente sobriedad, llamaba la atención el Astondoa AS8, del astillero centenario Astondoa, original de Portugalete, en el País Vasco, y que a finales de los años 70 se instaló en Santa Pola, en Alicante.

El AS8, botado en 2020, supuso un cambio en la línea estética de Astondoa, y ha sido diseñado en colaboración del italiano Cristiano Gatto. De 24 metros de eslora y 6 de manga, lo que proporciona una notable amplitud interior, el modelo cuenta con tres plantas. Arriba, flybird con solárium, pequeña cocina y mesa. En popa, una zona de descanso, con sofá y mesa, y en proa otro solárium, de grandes dimensiones. Los acabados combinados de fibra de carbono, madera y acero realzan su línea vanguardista. Pero si destaca en algo es en su interior, de una amplitud impredecible. Este modelo se comercializa desde 6,2 millones de euros. Es altamente personalizable.

La Anvere 58S, mucho más que una lancha

Las primeras impresiones engañan. A priori parece una lancha neumática de gran tamaño, pero esta embarcación del astillero italiano Anvera, en Rimini, va mucho más allá. Con sus 18 metros de eslora, en la 58S destaca la construcción en fibra de carbono, que aporta ligereza y eficiencia energética. Otra de sus bondades es que su gran terraza de popa es plegable, convirtiéndola en una versátil embarcación de recreo, reducida a doce metros. Como explica Sam Gallaguer, de Anvera España, el neumático que envuelve el lateral del barco no es funcional, sino que proporciona un diseño diferente y protege su casco. De perfil deportivo, navega a 53 nudos. En la embarcación pueden pasar la noche cuatro personas y, de día, pueden habitarla diez personas con comodidad.

El neumático que envuelve la parte frontal de la nave no tiene un uso funcional, sino estético y de protección del casco.

Ahora bien, no es un barco para cualquiera. Su precio base, sin incluir algunos extras, parte de 1.8 millones de euros. Gallaguer afirma que es un barco de muy alto standing; se suele utilizar como barco auxiliar o de paseo en superyates, o la adquiere gente que podría per mitirse cualquier otra cosa, pero busca algo distinto.