Isabel Guarch y Andreu Genestra posan en 'Niu', taller creativo del chef.

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Están unidos por una admiración mutua. Por la elegancia, el perfeccionismo y el cuidado del detalle. Por la pasión por su oficio y la búsqueda de nuevos horizontes. Pero, ante todo, les asocia su amor por la cultura y la historia mallorquina, su fuente de inspiración. De este modo, aprovechando todos esos nexos de unión, el chef Andreu Genestra y la joyera Isabel Guarch organizaron ayer un evento muy especial, desarrollado en la cocina Niu de Genestra, en las instalaciones de Industrias Torrens, «el nido donde eclosionan los recetarios y las novedades de nuestros restaurantes», sostiene el chef, que elaboró propuestas de menú estrella Michelin inspirado por Foners, una reinterpretación vanguardista de los primeros habitantes de la Isla, la primera colección masculina de Isabel Guarch. «Nuestra idea es crear una tendencia o movimiento culinario y una historia evolutiva: crear platos como si fuesen pequeñas joyas, introducir la filosofía de la joyería en la cocina», explica Genestra, quien trasladó los motivos de Foners a sus creaciones.

Aunque la idea de lanzar una colección masculina llevaba años en la mente de Guarch, fue una conversación con el director de teatro Rafel Brunet, que en 2022 presentó su obra Foners, el germen de la colección. Compuesta por tres brazaletes, dos anillos, de estilo alianza y sello, y dos colgantes, homenajea en los primeros habitantes de la Isla, «atrevidos e intrépidos guerreros, cuya pericia destacó a lo largo de todo el Mediterráneo».

Entre los presentes se encontraba el joven joyero Gonzalo Calvo, de 22 años, la tercera generación de la casa Guarch, que ha diseñado Foners en colaboración con su madre, «ha sido una experiencia de aprendizaje impresionante. Para esta colección nos fijamos en las herramientas y los materiales de la época, el cuero de las fones y la piedra como proyectil, y en la silueta del foner del Parc de la Mar», explica Gonzalo. A Isabel le enorgullece que su hijo continúe con el legado familiar, «al tener dos chicos, mi madre me decía «¡Qué pena Isabel que no hayas tenido una niña! Sería un sueño contar con una tercera generación». Descartábamos la opción y, cuando nos dijo que quería continuar no me lo podía creer. Es un sueño hecho realidad», afirma la joyera, que adelantó el proyecto en el que trabaja, la primera colección nupcial de la marca, que verá la luz dentro de poco.

El evento concluyó con la degustación de las propuestas de Genestra. Servidos por el jefe de sala del restaurante Andreu Genestra del Hotel Zöetry, Sebastián Longo, el público pudo disfrutar de un milfulles de porcelleta amb ensaimada, calamar con salsa de anchoas y una crema de greixonera de brossat.