Imagen de algunas de las cartas que han salido a la luz. | Click

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Semanas atrás el coronel que está al frente del Centro de Historia y Cultura Militar, Juan Arnao Samper, nos habló de Jaime Nadal Tomás, un joven mallorquín de Esporles que durante la Guerra Civil estuvo en varios frentes de la península y que mantuvo una correspondencia epistolar con su madre. También nos adelantó que las cartas habían aparecido y que iban a exponerse entre el 11 y el 22 de marzo en dicho centro.

Pues bien, estuvimos con el coronel y nos presentó a Francisco de Asís Maura, archivador y transcriptor de dicho centro, además de profesor de Historia Medievalista, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, y que ahora da clases de Historia y Cine en la Fundación Sa Nostra (Can Tàpera). Él será el encargado de pronunciar una conferencia que tiene que ver con esas cartas, acto que tendrá lugar en la que fuera cocina de dicho lugar en su época de Hospital Militar, el día 14 de marzo.

Cartas

La historia que sobre estas cartas nos remiten desde el citado Centro y que hemos resumido es la siguiente: En el archivo intermedio de Historia Militar de Palma se ha realizado un hallazgo histórico de primer nivel. En las cajas 1.761 y 1.762 Almudaina, fueron localizadas 363 cartas inéditas, escritas desde el frente de combate por el soldado Jaime Nadal Tomás de Esporles con su madre, familiares y amigos durante la Guerra Civil. En estas cartas, ya transcritas y ordenadas cronológicamente, podemos observar varias historias que acontecen al mismo tiempo y en paralelo, complementándose y ampliándose entre sí. De esta manera, tenemos la inmensa suerte de ver el reflejo real y documentado de un periodo que determinó a la sociedad española de aquel presente a través de los ojos de los más pequeños y, en ocasiones, olvidados: los soldados, sus madres, familiares y amigos. En estas cartas hay micro historias dentro de una gran macro historia.

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Francisco de Asís muestra algunas de las cartas con las correspondientes transcripciones.

Prueba de vida

Jaime Nadal Tomás estuvo toda la Guerra Civil en el frente, ya que entre 1939 y 1967, no volvió a Mallorca de permiso temporal ni una sola vez. Por tanto, la única prueba de su vida son estas cartas que con tanto celo guardaba su familia. Por extensión, cuando un soldado está en la guerra, todos sus seres queridos también lo están. Uno sangra y suda en las trincheras, y los otros añoran y esperan en el pueblo las palabras del soldado que atestigüen que sigue con vida.

Jaime Nadal no sólo sobrevive a la guerra en primera línea de fuego, sino que nos cuenta su experiencia en las trincheras, retaguardia, en largas caminatas bajo lluvia, granizo y nieve, así como la fraternidad surgida en el combate, en particular, con dos soldados de Esporles con los que sirvió: Gregorio de Bella Vista y Lorenzo Matas, ambos íntimos amigos. No obstante, donde realmente estas epístolas exceden el papel que las contiene, es cuando los sentimientos de añoranza expresados por su madre van haciendo mella en el corazón del joven soldado.

Documento que prueba que Jaime, tras la Guerra Civil, encontró trabajo como panadero en Palma.

Estuvo en muchos frentes

Otro de los descubrimientos realizados es que las operaciones militares que nos cuenta el soldado en las cartas de forma personal y detallada, también aparecen en el Diario de operaciones de los batallones expedicionarios mallorquines, que sirvieron en la península durante la Guerra Civil entre 1937 y 1939. Contamos con el día, mes y año en el que se realizan las operaciones en la crónica general del momento, este Diario de operaciones, y después en sus cartas, donde de manera pormenorizada y precisa, el soldado Jaime Nadal narra lo ocurrido con todo lujo de detalles a sus familiares. Es en este instante donde somos conscientes de la fortuna de poder cotejar las cartas con la crónica de guerra, ver que se complementan a la perfección y que arrojan luz sobre las sombras y los espacios en blanco. En esta nuestra particular partida de ajedrez, la Historia en mayúsculas no es contada por los reyes y las reinas, sino por un sencillo peón que estuvo en todos los frentes de combate (Ladraque, Teruel, Guadalajara, Espinosa de Henares, Sorio, Cabeza Puente Balaguer, Zaragoza y el Frente de Cataluña) sin ser herido ni una sola vez.

Entre tiroteos, bombardeos y metralla, el soldado se detiene a observar los naranjos, los limoneros y la vida que va aconteciendo a su alrededor, y se lo describe todo a su madre, quien tras años sin ver a su hijo guardó sus cartas porque en ellas veía su «gran corazón dibujado en las palabras».

Trabajó como panadero

Este proyecto epistolar no trata de desenterrar viejos odios, memorias oxidadas o airear violencias inconclusas. Es un documento histórico con un añadido literario muy elevado que es difícil de ver en este tipo de escritos, debido al año en el que fueron redactados, las circunstancias y el contexto histórico de la propia familia del soldado.

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El coronel Juan Arnao con el historiador.

Finalizada la Guerra Civil, Jaime Nadal regresó a Mallorca y encontró trabajo como panadero en el Horno de la Gloria, según muestra el documento expedido con fecha de 12 de junio de 1939. Es por esta razón que el coronel Servir y el coronel Arnao, proponen realizar una conferencia abierta al público para acercar este hallazgo a la gente interesada. Esta conferencia estará realizada por el archivero e historiador Francisco de Asís, que es quién ha transcrito la gran mayoría de las cartas, en colaboración con Emilia, archivera, y Teresa, catalogadora.

Por último, a través de un historiador de Esporles, se han hecho gestiones cerca de los familiares de Gregorio de Bella Vista, de los señores de Bada y de una sobrina del soldado, que en 1937 era una niña, y que ahora, con 90 años, vive en la casa familiar de Esporles.