Lara y Gaby, poco antes del estreno de su espectáculo. | Pere Bergas

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No hay mayor evidencia de su huella que el atronador «¡Bien!» exclamado por el público ante la sencilla pregunta de: «¿Cómo están ustedes?». Este martes por la noche se estrenó en la carpa del Circo Alegría Los payasos de la Tele, un homenaje de Lara y Gaby Aragón, hijos del mítico Gaby Aragón, al 50 aniversario de la irrupción de la familia Aragón en TVE. Esta experiencia teatral y circense estará disponible hasta el próximo 7 de enero en el recinto de Son Fusteret.

«El espectáculo brinda homenaje a la llegada, o más bien al regreso, de la familia Aragón a España después de tantos años por América. Las familias disfrutarán mucho con las canciones de siempre, y con nuestra comedia», expresa Gabi, a lo que su hermana añade: «Y no solo eso, sino que el Circo Alegría ha reunido un grupo de artistas maravilloso: malabarismos, piruetas, números mágicos de altura, una troupe llegada desde Cuba... Todo aderezado con fotos de papá y nuestros tíos, en sus viajes y aventuras. Lo que siempre le recomiendo al público es que, solo al pisar la carpa, traten de ser niños de nuevo».

La confección de este espectáculo, diseñado para toda la familia, ha sido todo un viaje emocional para ‘Los Gabitos’. «Al revisar los vídeos con la directora del espectáculo, Dicky Faggioni, fue tremendo. Rescatamos documentos que desconocíamos. Hemos reído, llorado y rememorado grandes momentos de la infancia», explica Gabi, que todavía se recuerda jugueteando en los platós de TVE. El circo se hereda. Es un modo de vida que pasa de padres a hijos pero, ¿les ha pesado a Los Gabitos el legado familiar? «Lo único que te puede pesar, y de forma positiva, es tener la obligación, y el gusto, de que todo lo presentado en escena debe estar hecho con cariño, mimo, profesionalidad y, sobre todo, con un gran respeto al público. Después, ser de esta familia, una universidad de televisión, circo, teatro, humor y música, es un completo disfrute», afirma Gaby.

Por su parte, Lara recuerda con gran cariño aquellos momentos en los que se juntaban todos los primos, «siempre viajábamos con papá. Recuerdo en Palma, en el Palace Atenea, el recibimiento que mi hermano y yo les dimos a nuestros primos, los hijos de Fofito, cantando desde el balcón. Los Payasos de la Tele no solo fueron pacientes y cariñosos con los niños de fuera, sino también con los de casa, que eran bastante más revoltosos. Mi mejor recuerdo de la infancia es la forma en que nos educaron». ‘Los Gabitos’ sienten una gran conexión con la Isla, «es muy especial. Cuando papá ya había creado ‘Los Gabitos’, nuestra primera aparición, en la Navidad de 1985, fue en el Pueblo Español, con un pequeño número musical. Es como tener un cordón umbilical constante con esta preciosa Isla», explica Gaby, y Lara añade: «A mi hermano lo bautizaron en la Seu, y mi hija pequeña es mallorquina».

El pequeño sketch que abre el espectáculo es simple pero efectivo: logra despertar la carcajada de los más pequeños. Como sucede con otras artes y oficios, el canto agorero de su desaparición, «lo vengo escuchando desde que no tengo ni edad. Nosotros seguimos luchando: mientras haya una sola familia de circo que tenga la ilusión de que la gente se ría, de acogerlos en una carpa y de ofrecerles un bonito espectáculo, el circo seguirá con vida», afirma Lara.

Para Gaby, la fórmula del éxito reside en «adecuarse a las épocas que vivimos, con cariño, respeto, y educación, porque el nuestro es humor blanco y familiar. Nos fijamos mucho en nuestros sobrinos y sus amigos: cómo hablan y se expresan. Pero la base del chiste es la misma ahora que hace 20 años», añade Gaby. Para los hermanos, el público más exigente es el infantil, «a los niños no los puedes engañar, y menos en este tiempo. Debes ir de frente, ser muy sincero: él te hará saber con total claridad qué le gusta y qué no. Lo mejor es cuando acabas un espectáculo y un niño se acerca diciendo: ‘Gracias, me habéis recordado a mi infancia’. Pero, ¡qué infancia, si tienes doce años!», concluyen.