Víctor en su local de s'Escorxador. | Click

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Víctor Sánchez tenía dos restaurantes, ambos llamados As de Tablas: el más grande, con unos 22 trabajadores, estaba en el Pont d’ Inca; el otro de s'Escorxador, con menos mesas, tenía ocho personas en su plantilla. La especialidad de la casa era el cachopo, hasta el punto que fue reconocido con varios premios. La otra tarde nos encontramos con él en su local de Palma y la imagen fue muy distinta a la que nos tenía acostumbrados: vacío, desbarajustado, sin mesas ni sillas, con trastos de por medio…

Le pillamos mientras intentaba vender algunas cosas a dos personas, aunque su plan es volver a abrir el negocio. «Mi intención es inaugurar otro As de tablas, aunque más pequeño y mucho de lo que tengo aquí ya no me sirve. Aunque sea vendiéndolo por un precio inferior del que yo pagué, saco algo para evitar que el naufragio no sea tan grande, que lo es. Ahora estoy sin restaurantes, sin trabajo, en el paro, con deudas y recuperándome de un cáncer. Pero con el espíritu alto, lo que hace que piense que este mal momento lo voy a superar».

Todo empezó con la pandemia, ¿no?
-Sí. Yo más bien diría que con la pandemia y sus daños colaterales. Hacía nueve meses que estaba funcionando muy bien este restaurante (s'Escorxador), igual que el del Pont d’ Inca, cuando se declaró el estado de alarma, lo que nos obligó a cerrar en marzo. En junio nos dejaron abrir pero con restricciones como, por ejemplo, no servir en la terraza a partir de las once de la noche. Pero como la pandemia seguía ahí, y según nos decían iba cada vez a peor nos volvieron a cerrar el 11 de enero. Como no estábamos de acuerdo con esta decisión, ya que conlleva muchos problemas, sobre todo laborales y económicos, varios miles de personas nos manifestamos al día siguiente, el 12.

Enumérenos algunos de esos problemas…
-Pues que estábamos cerrados pero teníamos de pagar los recibos de la luz, el agua, el alquiler de los locales, de los seguros sociales, de los impuestos... Incluso de la basura cuando no la generábamos… En mi caso, con dos restaurantes cerrados, tenía que pagar cada mes unos 18.000 euros.

Sánchez muestra sus reconocimientos.

Dice que el 12 de enero «nos manifestamos…». ¿Se refiera a la manifestación que organizó La Resistencia, al frente de la cual se ponía usted…?
-Me pongo al frente, sí… O al menos era el que pedía los permisos, el que daba la cara. Por eso me han perseguido y me han investigado por parte de Delegación de Gobierno y es que La Resistencia movilizó a miles de trabajadores y propietarios de locales y, claro, eso había que pararlo. Y lo hicieron a base de multas a pesar de que teníamos permiso para manifestarnos. A mi, en concreto, me cayeron 240.000 euros, por lo que me procesaron penalmente… Y como lo penal se come a lo administrativo, quisieron que pagara con dos años de cárcel. Eso sucedió en enero de 2019, pero esperaron a 2023 para juzgarme, por cierto, en un juzgado que estaba en huelga.
El problema se podría solventar con dos años de cárcel pero me comunicaron que todo eso se podía solucionar si aceptaba seis meses de cárcel, es decir, no entraba en prisión, y otros tantos de inhabilitación política. Esto me impidió que me pudiese presentar como candidato a la alcaldía de Palma, pues las elecciones fueron en mayo y mi inhabilitación dura hasta el 23 de diciembre. Como no pude presentarme a Cort, decidí apoyar a una persona que me caía muy bien que se presentaba en Calvià.

¿Y…?
-Pues que ahora estoy en el paro. Sin restaurantes y con las deudas propias de un autónomo cuando le cierran el negocio.

¿Y ha valido la pena tanta lucha...?
-Sí, porque he aprendido que luchar por tus principios, por lo que tú consideras que es justo, aunque te quedes sin nada, te deja dormir tranquilo por las noches. Y encima he luchado contra otro enemigo, un cáncer de testículo grave, que me obligó a recibir varias sesiones de quimio.

Y pese a todo, pretende retomar el vuelo…
-Sí, entre otras cosas porque tengo una gran familia, una mujer y un hijo que me han apoyado en todo momento. Por ello, aunque sea pequeñito, abriré otro As de tablas con el que volveré a conseguir premios y recuperaré a mis antiguos clientes.

¿Y lo va a abrir aquí, en s'Escorxador?
-No, porque por lo que me han dicho aquí va a haber novedades.

¿Qué opina de que Francina Armengol y José Hila sean ahora la presidenta del Congreso de los Diputados y un senador a pesar de haber perdido las elecciones?
-Lo suyo es que tras sus respectivos fracasos en las elecciones autonómicas y municipales se hubieran ido a casa. ¡Los dos! Pero se ve que el partido ha querido agradecerles cómo han 'mal tratado' a sus ciudadanos... Mi satisfacción es que La Resistencia, con sus manifestaciones, ha tenido algo que ver en que ya no estén donde estuvieron. Que el ciudadano, con sus votos, no les haya permitido continuar en sus puestos.

Por último, ¿no cometió un error al pretender entrar en política…?
-No, en absoluto. Si intenté entrar en política fue para defender los derechos de los empresarios y los trabajadores. No ha podido ser. Pero yo, como ya he dicho, tarde o temprano recuperaré lo que tuve, o parte de ello, y lo haré a base de esfuerzo y trabajo.