Pat Aguiló y Amelia Fornés, mostrando parte de la producción en el matadero. | Fundación Barceló

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Es uno de los embutidos más emblemáticos de Baleares, y su larga y fiable conservación le ha permitido aterrizar en el norte de Tanzania de la mano del proyecto que está desarrollando en ese rincón del continente africano la Fundación Barceló. Allí, la entidad ha tomado como eje de esta iniciativa la construcción de un matadero con el que dar salida a la carne que se produce en la zona, aunque el acento mallorquín ha permitido dar forma a un producto autóctono como los 'botifarrons', que junto a otros como el lomo se convierte en una alternativa de elaboración.

Amelia Fornés, directora de proyectos de la Fundación Barceló, se encuentra coordinando este proyecto, al que se ha sumado la actriz mallorquina Pat Aguiló. Una experiencia en Nyaishozi, al norte de Tanzania -cerca de la frontera con Rwanda-, a través de la cual se enseña a los habitantes de esa zona a manipular, realizar el despiece de los animales y preparar embutidos como el 'botifarró' mallorquín, que se ha convertido en la estrella.

Uno de los operarios, colgando una ristra de 'botifarrons'.

El reto que tienen es adaptarse a las especias que suelen emplearse para producir productos cárnicos y cocinar en ese enclave, además de a las costumbres alimentarias de los tanzanos. Más, en un área en el que el proyecto de instalación de un matadero y el desarrollo de la producción cárnica -cerdo especialmente- se sustenta en las buenas condiciones para la conservación de la carne en un espacio en el que los cortes de luz son habituales, por lo que estos embutidos ofrecen un mayor margen temporal para su consumo una vez elaborados.

Amelia Fornés, junto a uno de los trabajadores del matadero.
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Los 'botifarrons' se elaboran principalmente con carne de cerdo, su sangre, pimienta, pimentón, y otras especias o plantas aromáticas. Se presenta embutido en tripa natural, en forma de ristras y pueden ser normales o picantes, pudiéndose ingerir en su estado de presentación o a la brasa.

Matadero
Momento de la producción del embutido, en el matadero de Nyaishozi, en Tanzania.

El equipo de la Fundación Barceló, con Amèlia Fornés al frente en esta iniciativa en el país africano, también ha hecho un llamamiento a través de las redes sociales y de la mano de Pat Aguiló, para recaudar fondos o recoger material deportivo para que los niños de Nyaishozi puedan jugar al fútbol en condiciones dignas, ya que el terreno es complicado de amoldar y ellos mismos fabrican sus propias pelotas con los materiales que pueden reunir.

Detalle de la producción de los embutidos.

Junto a estas iniciativas, la Fundación Barceló lleva a cabo otras en esa zona de Tanzania, como el desarrollo de un centro de Formación Profesional para mujeres con discapacidad, además de ayudar a que niños y niñas con necesidades especiales puedan ser operados con el fin de solventar dolencias y ofrecerles una mejor calidad de vida.