Los Joves empresaris estuvieron dos veces en Bosnia prestando ayuda humanitaria.

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Hoy viernes, 22 de los corrientes -en cierto modo celebrando la Nit de l’Art- llegará al Projecte Home la exposición itinerante, 'Fotos con Historia en Ruta por Mallorca', que ya ha alcanzado su cuarta edición. La exposición podrá ser visitada en el mencionado centro, ubicado en la calle Projecte Home, nº 4, hasta el 29, también de los corrientes, de lunes a viernes, de 17 a 20 horas.

Recordaremos que esta exposición ya consta de 308 fotografías pero debido a las dimensiones del espacio asignado para ella, sólo se expondrán 164.

Martina Romero, cofundadora de 'Fotos con historia en Ruta por Mallorca', y actual promotora y comisaria de la misma, desea agradecer todo el apoyo «que hemos tenido al Ejército de Tierra, en concreto a los coroneles Leónidas Fernando, del Regimiento Palma 47; Juan Arnao, director de la biblioteca del Centro de Historia y Cultura Militar; José Luis Ignacio Codina, presidente del Consorcio Castillo de San Carlos y Antonio Ortiz. También queremos extender nuestro agradecimiento al laboratorio Tot Foto por las facilidades que da a los fotógrafos participantes y al artesano-joyero Fernando Miró Serra, por las insignias del Faro de plata que se entregan en cada etapa de la Ruta».

Martina nos recuerda que, en esta ocasión la Fundación Pep Bonet Capellá impartió unos talleres de fotografía de cianotipias, cuyos resultados, en color azul, se mostrarán en esta exposición.

Entre los fotógrafos de esta etapa está el exalcalde de Palma, y senador, José Hila.

Los fotógrafos de esta etapa son Diego Blanco, el exalcalde de Palma y senador, José Hila, miembros de la Asociación Caballeros del Asfalto, usuarios y usuarias de Projecte Home, y la Fundación Pep Bonet Capellá.

Cabe señalar que en esta ocasión, los Faro de Plata serán recibidos por José Hila y los fotógrafos Pep Aguilar y Pep Bonet, más otras dos personas a las que se les quiere dar una sorpresa.

Acto solidario

En los años 90, durante la guerra de los Balcanes, un grupo integrado por miembros de Joves Empresaris, estuvo en dos ocasiones en Bosnia Herzegovina -la primera en Sarajevo y la segunda en Mostar- llevando medicinas y unos juguetes que nos consiguió el querido y recordado Tolo Güell. Los viajes los hicieron en furgoneta. Nosotros estuvimos en el segundo viaje. Salimos en barco a Barcelona, y de ahí, por carretera, a Mostar este, que era dónde debíamos dejar todo el cargamento que llevábamos. Si mal no recordamos, capitaneaba el grupo Juan Seguí, y en él íbamos la empresaria Kety Isern y diez o doce más, dos en cada una de las furgonetas, entre ellas una ambulancia, que también íbamos a dejar allí.

Si la memoria no nos falla, atravesamos varios países: el sur de Francia, norte de Italia hasta Trieste, de ahí pasamos a Eslovenia, llegamos a Zadar, Split y cuando entramos en Metkovic, ya en Bosnia Herzegovina, por tanto penúltima parada de nuestro viaje, nos vimos obligados a ponerle punto y final, ya que los bombardeos sobre Mostar se sucedían, por lo que era peligroso continuar. Con gran pesar por nuestra parte, lo dejamos todo en unos almacenes donde nos garantizaron que a nada que terminara el acoso a Mostar, que podía ser en dos o tres días, los llevarían hasta allí entregándolos a las personas que les habíamos indicado. Nosotros regresamos a Palma deshaciendo el camino que habíamos hecho para llegar hasta allí.

Convocatoria

Pues bien, veintitantos años después de aquellos dos viajes, uno de los que estuvo en ambos, Juan, nos llama la otra tarde para proponernos que reunamos a los que participamos en aquella doble aventura, y que la recordemos en torno a una mesa, en un almuerzo, lo cual nos pareció muy bien. Por tanto, los supervivientes de aquella doble experiencia que deseen acudir a dicha reunión gastronómica-recordatorio, que se pongan en contacto con Juan Barceló, a través de su teléfono 662693259. Venga pues, ¡animo!, que cuantos más seamos significará que seguimos vivos.

Por cierto, Barceló nos recuerda que si Médicos del Mundo está en la Isla fue por un contacto que se hizo con la organización en Metkovic durante aquel viaje.

La silla de Maceo

Nos consta que la noticia sobre la petición de Cort a La Habana para que devuelvan la silla de Maceo, cosa que ha de producirse a mediados del próximo mes de octubre, ha levantado división de opiniones, en el sentido de que hay voces que creen que el Gobierno de Cuba no la devolverá. ¿Usted qué cree? La silla en cuestión salió de Cuba hace más de cien años, la localizamos en Palma hace treinta, y hace seis, Sánchez, presidente del Gobierno central, e Hila, por entonces alcalde de Palma, la trasladaron a La Habana, no para devolvérsela al Gobierno cubano, sino para que pudiera ser visitada en el Palacio de los Capitanes Generales, sito en el centro de La Habana, durante unos años -así figura en el documento de cesión-, y una vez transcurrido el tiempo de cesión -16 de noviembre de 2023-, ser devuelta a Mallorca, utilizando el mismo embalaje empleado parea su entrega, tal y como figura en el contrato de préstamo temporal, le recuerda Jaime Martínez a la directora de Gestión Cultural de La Habana, señora Cárdenas, añadiendo: «Que el porte deberá ser entregado el 15 de diciembre de 2023 en las dependencias del Museo de Historia de la Ciudad de Palma/Castell de Bellver, sito en la calle Camilo José Cela, s/n, 07014 Palma, Illes Balears, España».

El cónsul de Cuba en Palma fue recibido días atrás por el alcalde Martínez.

Nosotros pensamos que sí, que la devolverán. Y el alcalde Martínez, también. De hecho así se lo hizo saber al cónsul de Cuba en Mallorca cuando la pasada semana le visitó en su despacho de Cort, «rogándole que intercediera para la devolución», contó que le dijo.

Pero, por otra parte, hay quién piensa que se quedará allí, que es -dicen- dónde deben de estar. Bien, esa es una cuestión en la que ni entramos ni salimos. Solo recordamos que hay un documento firmado por ambas partes, por el que la silla ha de regresar a Mallorca. Por tanto, saldremos de dudas el próximo 15 de diciembre del presente año, que es cuando debe de estar -según el documento rubricado por ambos países- en el museo del Castell de Bellver.