A diario recorre unos 60 km en bici.

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El sábado, sobre las ocho casi y media de la tarde, llamamos a Jaume Covas, el joven mallorquín que viaja en bicicleta hasta Myanmar (antigua Birmania), un total de 12.700 km de los cuales lleva recorridos, en 105 días, 3.700, por tanto le faltan por pedalear el triple de lo pedaleado, lo que significa que conseguirá el objetivo dentro de seis meses. En febrero, poco más o menos. A Jaume le encontramos en la ciudad turca de Lüleburgaz, a unos 150 kms. de Estambul. Estaba viendo el partido Granada-Mallorca con otro joven, de nacionalidad turca, que acababa de conocer, y que le contó que tenía dos amigos en Eivissa. Y es que el mundo es un pañuelo.

«Estamos en el descanso del partido, y hace un rato el Mallorca ha empatado. Veremos que pasa en la segunda parte», nos dijo, contándonos que al llegar al bar, viendo que había varios televisores emitiendo fútbol turco, le preguntó al dueño si podía conectarse con algún canal español, pues quería ver el partido del Mallorca, le dije, y en unos pocos minutos estaba viendo el encuentro. Y es que por lo que veo, la gente de este país es muy amable. Y les hablas de España, de Madrid, Barcelona y de Mallorca, y saben dónde están. Yo creo que es porque a España se la conoce en todo el mundo, según he podido ir viendo en cada país por el que he pasado; Madrid y Barcelona, seguramente por el Real Madrid y el Barça, y Mallorca porque es un lugar turístico».

Y en cuanto a cómo se ve España desde lejos… «Pues, en lo que a mi respecta, sigo el barullo que hay con lo de las elecciones y los posibles pactos, lo del chico ese, hijo de un actor, que presuntamente ha cometido un crimen en Tailandia, y en estos días, el caso Rubiales… Y durante el viaje que estoy haciendo, también me he dado cuenta que bastante gente habla español, dada la afición que hay por las telenovelas, y… Pues que, por lo que veo, llegar a un sitio, y decir que eres español, es, para mí, la mejor carta de presentación».

Siguiendo desde Turquía el partido de fútbol Granada-Mallorca.

Nacionalismos y precios

En cuanto a si ha detectado mucho nacionalismo por donde ha pasado, señala que solo lo ha percibido atravesando la zona de los Balcanes, especialmente en Croacia y Macedonia. «Por cierto –dice–, al llegar a Mostar te hice caso y me fui hasta el puente Stari Most, posiblemente uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, y de los Balcanes, y luego me di una vuelta por el Bulevard, una zona que tuvo mucho protagonismo durante la guerra. En un lugar vi también los nombres de los soldados españoles que murieron en el conflicto».

Como decimos, Jaume, hasta ahora, sigue la ruta sin grandes sobresaltos, a un promedio de 60 kilómetros –a veces más– por día, descansando en hostales y pensiones que encuentra a lo largo del camino, pagando por habitación y noche entre 9 euros, en Macedonia, y 18, en Turquía. «No es barato el dormir, pero lo demás sí lo es, por lo cual me defiendo. ¿Que si suelo dormir en la tienda de campaña que llevo? De momento he dormido pocas noches, puesto que prefiero más la seguridad del hostal… Además, se descansa mejor. Pero estoy preparado, pues llevo todo lo necesario, para dormir en el campo las veces que sea».

Gracias al buen carácter que tiene, es siempre bien recibido en cualquier mesa.

Un viaje que da para un libro

Dado su carácter un tanto extrovertido, no tiene problemas a la hora de relacionarse con los demás. Basta ver, si no, la facilidad con la que consiguió que le pusieran el Granada-Mallorca, partido que, seguramente, en aquel bar no interesaba a nadie. O cómo le vemos sentado en una mesa con desconocidos, a los que parece conocer de toda la vida… Y en cuanto a enfermedades, «afortunadamente, ninguna. Bueno, un pequeño dolor de barriga que tuve hace unas semanas. Pero salvo eso, nada más».

Y sobresaltos y contratiempos, tampoco. Ni pago de visados. «Los empezaré a pagar a nada que entre en Irán». Nos cuenta que en breves fechas se publicará un libro, Lombrices y astros, que escribió en Myanmar, en el que cuenta su experiencia en aquel país y explica por qué hace este viaje.

En cuánto a escribir otro libro sobre la experiencia que está viviendo, «por ahora voy escribiendo el diario, cosa que suelo hacer al final de la jornada… En realidad, salí de Palma sin ningún proyecto en cuanto a escribir un libro sobre este viaje… Pero a medida que van pasando los días, y viendo lo que estoy viendo, igual cuando encuentre un lugar tranquilo, en el que pase unos cuantos días, me pongo en ello. Y es que, pensándolo bien, un viaje en bici de Mallorca a Myanmar, da para ello».
¡Vaya que si da! Por eso, no pierdas la ocasión de hacerlo.