Los 27 niños y niñas, en el Parc de sa Rectoria junto a sus familias de acogida con las que pasarán el verano en Mallorca. | Laura Becerra

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Con un sonoro «Salam aleikum», el tradicional saludo árabe, daba la bienvenida el alcalde de Binissalem, Víctor Martí, a los niños y niñas saharauis que pasarán el verano en Mallorca y a sus familias de acogida dentro del programa Vacances en Pau. Estos pequeños invitados, de 8 y 9 años, se divertían ajenos a la preocupación que transmitían en sus parlamentos las autoridades. Y es que las cifras son demoledoras: este año solo se han ofrecido 32 familias acogedoras entre todas Baleares, 27 de ellas en Mallorca. «Antes de la pandemia, fueron 95 familias y antes de la crisis económica hemos llegado a tener 200 hogares dispuestos a acoger a estos niños», ha explicado la presidenta de la Associació d’Amics del Poble Saharaui de les Illes Balears, Catalina Rosselló.

Respaldo institucional

En esta fiesta de bienvenida a los 27 niños saharauís que han podido venir a disfrutar de un verano lejos de las duras condiciones de los campos de refugiados de Tinduf, han participado junto a Martí y Rosselló el director general de Infància i Educació del Ajuntament de Palma, José María Noguera, el representante del Frente Polisario en Balears, Ehmudi Lebsib y la nueva consellera d’Afers Socials del Govern, Catalina Cirer, quien ha recordado los inicios del programa Vacances en Pau, cuando la estancia de los pequeños era en albergues juveniles de Palma.

La fiesta de bienvenida se ha celebrado en el Parc de sa Rectoria de Binissalem, con una merienda a la que se han sumado saharauis residentes en Mallorca para prestar su apoyo. El programa Vacances en Pau se inició en 1987 tras un viaje de la asociación al Sáhara y comprobar las duras condiciones de vida del pueblo saharauí. Desde entonces proporcionan unas vacaciones distintas a estos chicos que incluyen revisiones médicas, dentales y oculares y actividades de ocio.