Jaume en otro alto en el camino. En esta ocasión, mostrando la bandera del país al que se dirige en bici: Myanmar. Pues ya queda menos....

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Nuestro amigo, el viajero solidario –y solitario–, Jaume Covas, que salió de Palma, en bici, con destino al país del este asiático Myanmar (antigua Birmania), a donde piensa llegar en febrero, anda ahora mismo por Italia, concretamente en la ciudad de Belluno, a unas cuantas pedaladas de Venecia, lo que significa que desde que salió del puerto de Palma, a primeros de mayo, a día de hoy, ha recorrido, según se lee en el cuenta kilómetros de su bici, 1.300 kms., lo que significa que hasta los 11.200, que es lo que resta hasta su destino final, le queda aún bastante por pedalear.

Lo mejor y lo peor

De acuerdo con el mapa de ruta que nos mostró antes de partir, esta ha variado un poco, ya que tras llegar a Montpellier desde Barcelona, en vez de seguir por Niza hasta Belluno, tomó un tren que le llevó a Ginebra, para visitar a un amigo mallorquín. Tras estar un par de días con él, se subió a la bici en dirección a la citada ciudad italiana, por lo que tuvo que atravesar parte de los Alpes, «para mí, la mejor experiencia que he tenido hasta ahora, sobre todo por la diversidad del paisaje que me encontré, nada que ver con el que siguió, completamente llano y con plagas de mosquitos por todas partes, hasta Belluno.

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Jaume, en Italia, a punto de llegar a otra de las ciudades en la que paró: Belluno.

¿Alguna incidencia…? Dos, un pinchazo y la rotura de un radio de la bici. Pero sin importancia, eh… Es más, gracias a eso me di cuenta de que la solidaridad entre ciclistas está en todas partes, ya que en seguida tuve la ayuda de ellos, que no solo me enseñaron a solucionar momentáneamente el problema que me había ocasionado la rotura de una de las cámaras de mis ruedas con un billete de 20 euros, hábilmente plegado, sino que me acompañaron hasta el taller más próximo donde me dejaron la bici a punto».

Una vez en Belluno se reunió con su amigo, Stefano, «que había estado conmigo años atrás en Myanmar, y que, a través de la asociación de ciclistas de la ciudad, había preparado a un grupo de gente para que escuchara mi experiencia, tanto en aquel país como la que estaba viviendo en esos momentos».

80 kilómetros diarios

También, gracias a su amigo, los medios locales, una radio y una tele, se hicieron eco de su paso por allí y de lo que estaba pretendiendo hacer, «lo cual ha supuesto que aquí me conozca prácticamente todo el mundo. Y por si fuera poco, aquí me he reencontrado con mis padres, lo cual ha sido otra gran sorpresa».

El día a día de Jaume en ruta es sencillo, pero muy metódico. «Suelo recorrer diariamente unos 80 kilómetros. Hago diversas paradas, unas para contemplar paisajes, otras para comer y beber. Y con la última hora de luz del día suelo buscar el lugar apropiado para plantar mi tienda de campaña, bajo la cual me refugio tras haber cenado. Suelo hacerlo en las afueras de la ciudad, en algún lugar tranquilo que siempre encuentro. Como llego cansando, escribo sobre lo más interesante que me ha ocurrido… Que no sé para qué lo utilizaré… En cuanto a levantarme, lo suelo hacer temprano, 5 ó 5,30 de la madrugada. Me aseo, desayuno, desmonto la tienda, recojo todo, meto la basura en una bolsa que dejaré en un contenedor ¡y a pedalear otra vez…!».

En muchos lugares a los que llega, no le es fácil pasar desapercibido.

¿Y por qué no algo de turismo?

Una vez que deje Belluno, Jaume tomará la dirección de Croacia pasando por Eslovenia, y puede que por Mostar y Sarajevo, aunque eso sea dar un poco de vuelta, pero ya que estás ahí, podría pasarse por ambas –le animamos–. En la primera, le recomendamos una vuelta por el Stari Most, uno de los puentes más bellos del mundo, caminar por el Bulevar, donde los franco tiradores en el conflicto de los Balcanes mataron a muchas personas, visitar algunos jardines de la ciudad convertidos en cementerios y tomarse un café en el histórico Hotel Ero…

También le sugerimos acercarse al monasterio de Medugorje (se pronuncia medyugore), donde a lo mejor se encuentra con algún peregrino mallorquín, y si le da tiempo, viajar a Sarajevo, una ciudad muy interesante para recorrer de norte a sur, atravesando la famosa avenida de los snippers, con el hotel In, donde vivieron periodistas y diplomáticos durante el citado conflicto, y que no está muy lejos de otra gran mole, el Parlamento. Y una vez ahí, seguir adelante, y cuando llegue a la zona donde está la televisión, que alguien le indique dónde está el Slobodenje (Liberación), el diario que resistió a todos los bombardeos que le cayeron encima durante el asedio de mil días a la ciudad, y tras verlo, visitar el Puente Latino, donde asesinaron al archiduque Francisco Fernando de Austria, lo cual dio lugar a la I Guerra Mundial. Y es que vale la pena llevarse con uno recuerdos de hechos ocurridos no hace mucho…..

En Belluno, presentado por Stefano, al que conoció en Myanmar, dio una conferencia.

«Pues intentaré hacer ese recorrido que recomiendas antes de adentrarme en Turquía, donde comenzará otro tipo de ruta. No quiero decir menos tranquila, pero si algo más diferente».