Mireia Viñes, la Lama, presidiendo los actos del Año Nuevo budista tibetano.

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La pasada semana, el 21 de febrero, los budistas tibetanos de todo el mundo, entre ellos los de Mallorca, celebraron la fiesta laica del Año Nuevo 2150, denominado del conejo de agua, que predice un año de más armonía y más acuerdos en general, que el anterior, el año del tigre. Dicha fiesta, en tibetano se denomina Lhosar Tashi Delek. Lhosar, porque en lengua tibetana significa año nuevo, y Tashi Delek, porque en dicho idioma quiere decir que todos los augurios sean buenos.

La Lama Drolma Palmo, Mireia Viñes Roig, junto a sus amigos, también lo celebró en el llamado Jardín del Dharma, el templo que tienen en Palma (calle Manuel Sanchís Guarner, 9, bajos), al que todos acudieron, como manda la tradición, con ropa limpia y brillante, además de galletas, pasteles y frutos secos para la llamada ofrenda, así como flores, velas y, sobre todo, mucha alegría.

Los asistentes a la celebración llegaron, como manda la tradición, con comida.

Las partes del acto
El acto de la celebración constó de cinco momentos: Ritual de la ceremonia litúrgica denominada Mahakala, o protector Chakdrupa, que elimina obstáculos y purifica cualquier negatividad, problemas y/o circunstancias adversas, con bendición de Tsok, u ofrenda de alimentos, seguida de la colocación en el jardín del templo de los llamados banderines de oración, o lungta, a fin de que el eco de las oraciones llegue a todos los rincones. A continuación se dio paso a los katas, o pañuelos de color blanco, que se intercambiaron los asistentes, «y que significa –explica la Lama– que con respeto yo te deseo alegría, felicidad y positivismo. Más adelante se pronunció dos veces la frase tradicional, o ki ki so so, que significa alegría felicidad, cariño, dulzura, seguida de otra, lha gyel loo, equivalente a dignidad, victoria…, con lanzamiento de harina, pronunciando otra frase, Söl Lo, que al caer sobre las cabezas tiñen los cabellos de blanco, color que tiene que ver con la longevidad y larga vida, las que, a su vez, ayudan a aprender y a crecer espiritualmente». Y por último se disfrutó de Tsok, o ceremonia en la que tienen lugar las ofrendas a los maestros de linaje, o grandes santos del budismo, y a las divinidades protectoras de las enseñanzas. «Fue, en resumidas cuentas, un acto de celebración y unión en camaradería entre los asistentes».

Para cuatro años más

Sergio David Pérez, actual presidente de la Hermandad del Rocío de Palma, que lo es desde 2019, vuelve a presentar candidatura para seguir dirigiéndola durante los próximos cuatro años. Las elecciones se celebrarán el próximo 25 de junio, de 10.00 a 14.00 horas, en la sede de la misma. Por tal motivo, hoy, coincidiendo con el Día de Andalucía, se hará pública –lo estamos haciendo ya, desde aquí– la única candidatura presentada para las elecciones, que además ha sido aprobada por el Obispado de Mallorca.

La candidatos que Sergio David presenta para los próximos cuatro años.

Entre los numerosos logros conseguido por la Hermandad a lo largo de los últimos cuatro años, Sergio David destaca «que hemos aumentado de una forma exponencial la acción social, pasando de un gasto anual de unos 900 euros a un gasto actual de más de 10.000 euros en diferentes obras sociales. También hemos aumentado el número de socios, habiendo pasado de 250 a 350, siendo nuestra intención, en este próximo periodo, intentar atraer cuantos más jóvenes, mejor».

Y entre otros objetivos, Sergio David destaca el querer continuar con los actos lúdicos y religiosos, «mantener el aire de modernidad que llevamos en los últimos, además de seguir el trabajo en el archivo histórico documental que iniciamos hace dos años con el fin de conservar el patrimonio material y documental en buen estado, así como seguir con la transparencia en la economía de la Hermandad, trabajando con proyectos y presupuestos, e intentar la limpieza y restauración del simpecado, además de su camarín, adaptándolo a la estética parroquial.

En cuanto a los próximos actos a celebrar por la Hermandad, son los siguientes: Día 22 de abril, pregón rociero a cargo de Álvaro Carmona López (Sevilla), administrador de la web Rocieros en el mundo con más de 210.000 seguidores. Será a las 20.00 horas en el Teatro del Colegio de Santa Mónica. Día 30 de abril, peregrinación a Lluc. El 13 de mayo, misa de romeros y despedida de la patrona de Palma. El 17 de mayo, salida del simpecado, vía marítima, para participar en la Romería del Rocío en Almonte (Huelva). Y el día 24 de mayo, salida de los peregrinos en avión.

Por último, señalar que los miembros de la única candidatura son: Presidente, Sergio David Pérez Liñayo; vicepresidente, Rafael Marín Rosendo; y secretario, Sergio Pineda Corpas.

¿A qué esperan?

Los vecinos de la parte no arreglada de la calle General Ricardo Ortega, es decir, los vecinos del tramo comprendido entre Joan Alcover y Manuel Azaña, están dispuestos a manifestarse ya que dicho tramo sigue igual, y más cuando el alcalde, José Hila, en el pleno municipal del jueves 28 de julio de 2022 –han transcurrido desde entonces siete meses– dijo que se iba a arreglar. Pero, como decimos, sigue igual. O peor. Lo cual es normal que suceda, porque como bien diría Murphi, todo lo que está mal puede empeorar. Y ahí, a cada día que pasa, las aceras se encuentran en peor estado –aceras en las que los vecinos tropiezan y se caen, se siguen cayendo las ramas de los árboles, de vez en cuando se ven corretear ratas…–. En fin, que se cuenta por allí que si el alcalde se comprometió, debe de cumplir, y más ahora, en que Palma está patas arriba a causa de las obras de mejora que de repente Cort ha decidido iniciar. Por eso advertimos. Puede haber una manifestación de vecinos de la calle General Ricardo Ortega.

Por cierto, un vecino nos manda la foto del cartel que anunciaba la reforma integral de la calle General Ricardo Ortega, reforma que, totalmente, no se ha hecho. Solo la mitad. El resto va empeorando. Y es que, insistimos, hace siete meses que el alcalde dijo que sí, que se ponían en ello. Incluso se aprobó el presupuesto de la obra… ¿Pues a qué esperan?